Prueba electoral favorable a la Democracia Cristiana italiana
El Partido Comunista Italiano pierde en el Sur y se mantiene bien en el Norte. La Democracia Cristiana gana en el Sur y se estabiliza en el Norte. Por su parte los partidos laicos intermedios (liberales, socialdemócratas y republicanos) se consolidan. Estas son las indicaciones genéricas de las elecciones parciales locales del domingo y lunes pasado que constituyen un «mini-test» interesante, aunque poco hemogéneo, porque las diferencias locales no corresponden con el cuadro político nacional y porque su electorado, unos 400.000 votantes, está demasiado desparramado en la península.En el Norte se ha elegido la Diputación Provincial de Rovigo, ciudad de 51.486 habitantes, en la región de Veneto. La Democracia Cristiana, con fuertes raíces en la región, esperaba sacar partido de las dificultades comunistas e impuso la disolución de la diputación elegida hace sólo dos años. Mientras el Partido Comunista ha ganado un 1,7 % respecto, alas elecciones políticas del 20 de junio del año pasado (37,5%), la Democracia Cristiana ha perdido un 2,5%. Antes socialistas y comunistas rechazaban la colaboración de los partidos menores. Ahora árbitro de la coalición son los socia Idernócratas, con un solo escaño. La Democracia Cristiana tiene ahora diez puestos y el Movimiento Social-Derecha Nacional uno, mientras la izquie cuenta con doce escaños, tres cialistas y nueve comunistas.
En el Sur, sin embargo, en Castellammare di Stabia, cerca Nápoles, mientras el Partido (comunista ha perdido doce puntos respecto siempre a las políticas del año pasado (pasando de un porcentaje de 45,8 a 33), la Democracia Cristiana ha ganado siete puntos, pasando de 32,78 a 4 1, 1 %.
Los observadores consider que la batalla anticomunista de Democracia Cristiana no ha res tado premiada, a causa de su de lidad y confusión meses atrás a los comunistas, mientras que en Sur ha sacado partido de su cla dad y coherencia.
Los datos de los ayuntamientos donde se ha votado, que no son capitales de provincia, confirman sustancialmente las constantes manifestadas en Rovigo y Castellammare di Stabia.
Para la derecha democristiana que bajo cuerda agita la amenaza de elecciones anticipadas si compromiso con los comunistas precipita (sería, la tercera disolución del Parlamento en cinco años), el «test» puede ser alentador, porque cuanto más conscien sea la fuerza M partido mayoría relativa, mayor es su poder político a la hora de negocio con la oposición.
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