Alarmante informe de la CIA sobre la escasez de petróleo

Washington - 17 abr 1977 - 00:00CEST

Dentro de ocho años, los países productores de petróleo no podrán atender la demanda energética mundial, lo que provocará restricciones a nivel global y un alza considerable del precio de los combustibles, según un informe confidencial facilitado a la Casa Blanca por la Agencia Central de Espionaje norteamericana (CIA).El presidente Carter reveló la existencia de este informe -que consta de diecinueve páginas y está clasificado como confidencial- durante su conferencia de prensa del viernes, y volverá a referirse a él mañana, lunes, con ocasión de su segunda «charla junto a la chimenea», que será televisada a todo el país, y en la que Carter intentará convencer a los norteamericanos de la necesidad de ahorrar energía.

Carter, que calificó el documento elaborado por la CIA como «profundamente preocupante», dijo que la conclusión principal del mismo es que las reservas mundiales de petróleo y gas natural «no son tan grandes como se pensaba». Esto supone que, de continuar el crecimiento del consumo al ritmo de los últimos años, el mundo consumirá en 1985 más de diez millones de barriles de petróleo, diarios, y los países productores serán incapaces de atender esta demanda.

Este desequilibrio entre las necesidades energéticas y los recursos disponible tendrá, según la CIA, «severas» repercusiones sobre el precio del petróleo, que puede triplicar el actual de doce dólares (unas ochocientas pesetas) por barril en sólo cinco o seis años.

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Alarmante informe de la CIA sobre la escasez de petróleo

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Ni siquiera Arabia Saudita, el país que se estima posee un cuarto de las reservas mundiales de crudos, podría suministrar el petróleo necesario al mundo, aunque pusiera a trabajar al tope sus explotaciones petrolíferas.

El informe de la Agencia Central de Espionaje asegura que los yacimientos petrolíferos que aun están sin descubrir en el mundo contienen reservas muy inferiores a las estimadas generalmente. Según el Ministerio del Interior norteamericano tales reservas serían de un billón de barriles, mientras que la CIA opina que no llegan siquiera a 600 millones de barriles.

Además, prosigue el documento de la CIA, existen graves dificultades para explotar muchos de esos yacimientos. Como ejemplo cita las reservas de petróleo que se cree existen en las islas Malvinas, junto a la Costa de Argentina. De un lado está el problema de la soberanía de dichas islas, que se disputan Gran Bretaña y Argentina. De otro, la carencia de una tecnología capaz de extraer el petróleo de esos yacimientos.

Aunque la CIA se niega a hacer público en su totalidad el informe, por lo menos hasta que la Casa Blanca lo autorice, parece que el presidente Carter dará a conocer fragmentos básicos del mismo en la próxima semana, tanto en su «charla junto a la chimenea», como en su mensaje al C0ongreso del miércoles, en el que expondrá su política energética para los próximos años, en la que la conservación de energía ocupará uno de los principales capítulos.

El informe de la CIA fue recibido con escepticismo por muchos sectores de la opinión pública norteamericana, que se preguntan por la validez real de los datos incluidos en el documento y las fuentes de donde se obtuvieron los mismos. Ralph Nader, el popular «abogado de los consumidores», puso en duda la veracidad del informe y aludió a una maniobra para justificar los futuros aumentos de precio del petróleo y el gas natural. En otros medios se considera el documento de la CIA como un eficaz sostén de la política energética de Carter, que gravará fiscalmente los excesos en el consumo energético previsto.

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