El estudiante soviético
Guennadij Petrov, que intervino en una misión de intercambio cultural anglo-soviético, regresó ayer a Moscú tras pedir asilo en la embajada de su país en Londres, al huir de unos presuntos atacantes que le obligaron a arrojarse desde una altura de cuatro metros en su residencia de Kesington. Scotland Yard le calificó de «perturbado», y la embajada de la URSS dijo que «estaba enfermo».
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