El deporte español dice adiós a 36 años de historia política

En el desarrollo del real decreto-ley por el que se suprime la Secretaría General del Movimiento, el Consejo de Ministros aprobó ayer otro real decreto-ley por el que se crea en la Presidencia del Gobierno la Subsecretaría de Juventud, Deportes y Familia. Dentro de tal Subsecretaría se insertan las Direcciones Generales de Promoción Familiar y de la Mujer, de La Juventud y de Educación Física y Deportes. Existirán, asimismo, delegaciones provinciales de Juventud, Deporte y Familia, a las que corresponderá el desarrollo de estas actividades en el ámbito territorial respectivo. El deporte español, pues, regido hasta ahora por la Delegación Nacional pasa a ser una Dirección General, pero no autónoma con la reunión con Juventud y Familia.

De cualquier forma, el deporte español parece dispuesto a iniciar un nuevo capítulo de su historia. Treinta y seis años han transcurrido desde que en 1941 Francisco Franco firmara un decreto, aparecido en el Boletín Oficial del Estado, por el que se creaba la Delegación Nacional de Deportes, organismo que estaba encuadrado en la desaparecida Secretaría General del Movimiento, con lo que el aspecto político del deporte era incuestionable.

El artículo primero de ese decreto establecía «la dirección y el fomento del deporte español se encomienda a la Falange Española Tradicionalista y de las JONS», y en su artículo segundo se decía que «el Comité Olímpico Español -Consejo Nacional de Deportes-, constituido de acuerdo entre la Delegación Nacional Española del Comité Olímpico Internacional y la representación del deporte español, se organiza como Delegación Nacional de Deportes de Falange Española Tradicionalista». El decreto contiene, además, otros dieciséis artículos.

La denominación de FET y de las JONS, por leyes posteriores de rango superior, pasó a ser Movimiento Nacional. En el decreto de su creación, por otra parte, no se habla de Educación Física, y el Comité Olímpico Español está integrado en la DND, organismo perteneciente a Secretaria General del Movimiento, cuando los principios del Comité Olímpico Internacional siempre han pedido a sus miembros una total independencia política.

Cuatro años después de la creación de la Delegación Nacional de Deportes se da a conocer su estatuto orgánico, que aparecen en el Boletín del Movimiento de FET y de las JONS. Su reglamento consta de 86 artículos, el primero de los cuales establece: «La Delegación Nacional de Deportes tiene a su cargo la dirección y el fomento de la educación física española y, por consiguiente, del deporte nacional en todos sus aspectos y modalidades...»

El primer delegado nacional de deportes fue el general Moscardó. Fue sustituido por José Antonio Elola, quien promulgó la ley de Educación Física, por lo que llegó a denominarse con su primer apellido —«ley Elola»— en 1961.

Es a partir de esta fecha cuando en realidad comienza a funcionar la Delegación Nacional de Deportes. Por la «ley Elola» el deporte español se establece que cuenta con un presupuesto. El dinero, como ha sucedido hasta ahora, ha salido casi exclusivamente de las quinielas. Elola Olaso también fue el artífice de la creación del Instituto Nacional de Educación Física (INEF).

A José Antonio Elola le releyó Juan Antonio Samaranch, con el que llegó una mayor concienciación del deporte debido a la conocida frase de «contamos contigo». Samaranch permaneció siete años en este cargo para ser sustituido en 1970 por Juan Gich.

En 1975, el 16 de julio, es nombrado el quinto delegado nacional de Deportes. El cargo recae en un hombre eminentemente político, como lo demuestran los cargos que anteriormente había ocupado. Se trata de Tomás Pelayo.

Su paso es el más fugaz que ha conocido la Delegación Nacional. El 9 de septiembre de 1976 Pelayo Ros es cesado y en su lugar se designa a Benito Castejón. Se coincide en señalar, con este relevo, que a la Delegación Nacional ha llegado un hombre del deporte. Benito Castejón fue secretario general de la DND con Juan Antonio Samaranch.