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Arespacochaga regresa de Moscú impresionado por el Metro

«Todas las grandes ciudades tienen unos problemas similares, y tratan de buscar para ellos soluciones también similares», declaró el alcalde de Madrid, Juan de Arespacochaga, a su llegada al aeropuerto de Barajas, procedente de Moscú, donde ha permanecido durante una semana, invitado por el presidente del Soviet de la capital rusa -alcalde-. «Sin embargo -añadió-, sólo en el Metro se ha conseguido para Moscú una solución que está a una altura mucho mayor que la que se le ha dado al tema en Madrid.»

Impresionado por la eficacia y la seguridad que se dan en el Metro moscovita, el resto de las facetas por las que fue preguntado el alcalde por parte de los periodistas que habían acudido a recibirle al aeropuerto no estaban a la altura del primer medio de transporte de la capital rusa.De «prácticamente imposible para los países que tengan un grado de desarrollo como el nuestro» calificó el señor De Arespacochaga el sistema colectivista que se sigue en la Unión Soviética. «Hay que pensar -añadió- que, en el caso de Moscú, todas las actividades que se realizan en la capital lo son por cuenta del municipio, lo que trae consigo el que, por lo menos, el 60% de la población es empleada directa del Ayuntamiento. No puede compararse, pues, con el caso que se da en España de relación vecinal con el Ayuntamiento, puesto que está supeditada por una relación laboral previa.»

Siguiendo con el tema de los transportes, el alcalde de Madrid se refirió a los autobuses de la capital soviética, afirmando que «de ellos podemos aprender poco. Aparte de que el número de empleados por coche es, en comparación con el caso de Madrid, el doble, la edad de los mismos autobuses es superior a la de los autobuses madrileños».«Sin embargo -continuó-, -las dificultades de transporte urbano en Moscú no son comparables con las que se dan en Madrid, ya que el transporte privado en una ciudad que es de un tamaño tres veces el que tiene la capital de España, es de una cuarta parte, estableciendo la misma comparación.»

Preguntado por su opinión sobre el sistema político vigente en la Unión Soviética, el señor De Arespacochaga afirmó que «seré incapaz de hacer crítica de un sistema que se da en un país con el que mantenemos relaciones. Sin embargo, pensando en España, el implantar en nuestro país el sistema colectivista supondría, inmediatamente, rebajar la renta en un 20% y crear una sociedad en la que los grados de libertad podrían alcanzar cotas de las que no tenemos ni idea. En pocos momentos de la historia de España se ha dado en este país un régimen en el que la expresión de la libertad haya sido tan dura».

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