Textil Tarazona puede volver a reanudar sus actividades

Textil Tarazona, una veterana empresa aragonesa que da empleo a 620 trabajadores de la región y es factor clave en este sentido para Tarazona, lleva diez meses cerrada en espera de soluciones. Después de numerosas gestiones con empresas privadas y públicas, con cajas y bancos, parece que la solución definitiva puede producirse en breve. Un banco industrial con experiencia en el textil, y con apoyo oficial puede hacerse cargo de la empresa, aportar capital para cubrir necesidades inmediatas y reestructurar la empresa, con sacrificio temporal de puestos de trabajo, con objeto de ponerla en rentabilidad.

Diez meses a la espera de una solución llevan 620 trabajadores de la empresa Textil Tarazona, la industria más importante en cuanto a número de empleados de la zona occidental de la provincia de Zaragoza. Durante estos diez meses desde que se produjo el cierre «temporal» de la factoría los trabajadores se encuentran adscritos al subsidio de paro forzoso. A principios del año dejaron de percibir el 100 % del salario correspondiente a los cálculos de 1975 para pasar a cobrar tan solo el 75 %.Los trabajadores de Textil Tarazona, distribuidos en turnos, montan guardia ante las dos entradas de la fábrica con la intención de evitar que se retiren algunos materiales y productos textiles almacenados, que han sido adjudicados recientemente en una subasta a industriales de Barcelona y de Zaragoza en cantidades de dinero que los trabajadores de Tarazona consideran irrisorias. La citada subasta ha sido promovida por la Seguridad Social, una de las principales acreedoras, a la que la dirección de la empresa adeuda 46 millones de pesetas en concepto de atrasos e impagos de las cuotas de seguridad social por los trabajadores de plantilla a quienes, sin embargo, la empresa ha venido descontando las cantidades correspondientes hasta el último día de funcionamiento de la factoría.

Un año de gestiones

Las gestiones para la reapertura de Textil Tarazona dieron comienzo incluso antes de que quedaran suspendidas las actividades de la fábrica, es decir, aproximadamente hace un año. En la actualidad nuevas promesas oficiosas de que las negociaciones marchan por buen camina mantienen a los trabajadores a la expectativa de una posible reanudación de actividades en la fábrica, si bien éstas, caso de producirse, se llevarían a cabo previa reducción considerable de la plantilla que existía en enero de 1976, último mes de funcionamiento antes de que se produjera el cierre temporal por falta de rentabilidad de la industria para sus actuales propietarios, encabezados por el financiero guipuzcoano Jesús Azcárate. Fuentes oficiales consultadas por el jurado de empresa de los parados de Textil Tarazona aseguran que la solución al problema de reapertura de la fábrica está muy próxima. Los trabajadores han manifestado su agradecimiento a las autoridades del Ministerio de Industria por los esfuerzos que realizan para solucionar el grave conflicto de Tarazona, y al mismo tiempo han dejado constancia de su estupor de que el Ministerio de Trabajo (a través de la Seguridad Social) esté pretendiendo con su actitud precisamente lo contrario, es decir el cierre definitivo de Textil Tarazona. «Si no -manifiestan a EL PAIS-, no tiene explicación el hecho de que haya sido precisamente la Seguridad Social la primera acreedora que ha llevado a término una subasta tras el embargo de una serie de lotes de géneros textiles almacenados en la fábrica. Por el contrario otras subastas, convocadas a instancia del Banco de Crédito Industrial, (acreedor, también, en varios millones de pesetas) no han sido llevadas a efecto a pesar de su anuncio en los boletines oficiales, por considerar los responsables de este otro organismo que la retirada de lotes de maquinaria existentes hoy en el interior de la fábrica y embargados por dicho banco oficial significaría la muerte segura de Textil Tarazona. Las posibilidades de reapertura han crecido, al menos teóricamente, desde hace dos meses. En concreto desde que se iniciaron en firme unas gestiones entre el Ministerio de Industria y un banco industrial catalán, con experiencia en el negocio textil, al objeto de entrar en la propiedad de Textil Tarazona y hace que la factoría reanude sus actividades y haga frente a los actuales impagos.

Historia

Textil Tarazona fue la clásica industria comarcal creada por una de las grandes fortunas de Tarazona de principio de siglo y uno de los hombres por entonces más influyentes dé la ciudad, José Gutiérrez de Córdoba, quien mandó construir las naves de la factoría en unos terrenos colindantes con la catedral.La fábrica empezaba a funcionar con grandes perspectivas vanguardistas y contacto con instalaciones muy avanzadas, tanto que llegaban a ser casi desconocidas en otras factorías de su género. Con el paso de los años y las dificultades políticas y sociales, Gutiérrez de Córdoba perdería su influencia y apoyo y con ello la fábrica cedería en empuje, hasta el punto de provocar la ruina de su propietario.

La lenta agonía de Textil Tarazona culminó con su primer cierre en mayo de 1966. Un grupo financiero, apoyado con créditos oficiales, se hizo cargo de la factoría. Para ello se hipotecó la maquinaria en noventa millones de pesetas a favor del Banco de Crédito Industrial. No obstante, la nueva inyección de capital no fue suficiente. Al parecer los nuevos empresarios desconocían por completo el negocio textil y en diciembre de 1971 abandonaban la industria.

Nueva propiedad en 1971

Un tercer grupo se interesaría por Textil Tarazona en el mismo mes. Lo encabezaban el modista español Balenciaga y el financiero guipuzcoano Jesús Azcárate, que formaron sociedad hasta el fallecimiento del primero. A partir de 1973 es cuando Jesús Azcárate aparece como principal accionista de la firma. En ese año se producen importantes reajustes técnicos y de mano de obra dentro de la factoría a la vista de un ejercicio cerrado con beneficios, el primero en muchos años. No obstante, 1974 comienza para Textil Tarazona con muy negras perspectivas. Portavoces de la empresa lo atribuyen ahora a la crisis de materias primas que por entonces empezaba a apreciarse en todo el país. A pesar de las dificultades, en ese año se invierten veinte millones de pesetas en utillajes y se dota a las naves de producción con sistemas de aire acondicionado. Sin embargo, la liquidación del final del ejercicio no arrojó resultados positivos. Desde entonces Textil Tarazona arrastraría lentamente su nueva agonía, sin que faltaran de vez en cuando rumores y promesas de nuevas inyecciones de capital que nunca llegó. Al agravarse la segunda crisis la empresa solicitaría la ayuda de las entidades de ahorro de la región. Un aparente interés por Textil Tarazona se despertó entre los dirigentes de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, a instancias preferentemente de las autoridades locales. Los dirigentes de la caja encargaron a una sociedad de investigación industrial un estudio sobre la rentabilidad futura de la fábrica; el estudio, redactado en tan sólo unos días, arrojó resultados negativos y la citada caja de ahorro desechó definitivamente la posibilidad de invertir unos cincuenta millones de pesetas en la empresa. El estudio realizado por encargo de la caja sería analizado después por organismos dependientes del Ministerio de Industria y por la propia empresa que lo redactó, y ésta reconocería que había cometido «algunos errores e imprecisiones» en su realización. Un segundo estudio de rentabilidad fue realizado después más seriamente y concienzudamente que el anterior, por encargo del Instituto Nacional de Industria. Tras varios anuncios optimistas sobre sus resultados los meses han transcurrido sin que se tengan noticias de sus conclusiones.Coincidiendo con estas investigaciones, el Ministerio de Industria realizó recientemente una visita a Zaragoza, en el transcurso de la cual declaraba que resultaría imposible la salvación de Textil Tarazona, cerrada ya hacía varios meses. Sin embargo, el INI, pocos días antes de la visita del ministro, anunciaba que iba a reconsiderar el tema de Textil Tarazona. Para una respuesta concreta sobre el particular los representantes del Instituto anunciaron a los trabajadores en paro una solución concreta y definitiva para el día 15 de febrero. Por último, gestiones emprendidas esta semana desde la Delegación Sindical de Tarazona han señalado que en breve se dará una respuesta oficial sobre si Textil Tarazona vuelve o no a abrir sus puertas.