Mesa redonda sobre Ernst Bloch

Con una mesa redonda en la que participaron Hans Mayer,José Antonio Gimbernat, Alfred Schmidt, Heinz Kimmerle y Fernando Savater finalizó, ayer, el ciclo de conferencias sobre Ernst Bloch, organizado por el Instituto Alemán y el Instituto Fe y Secularidad.Hans Mayer expuso que Bloch parte de la tesis de Marx de que el hombre vive aún en todas partes en la prehistoria de la, humanidad. «La verdadera génesis no se halla. al principio, sino al final, y solo empieza a comenzar cuando la sociedad y la existencia se vuelven radicales.» Bloch reivindica el valor y la importancia de la utopía, que ha de ser una utopía concreta, con una militancia en el presente.

En opinión de José Antonio Gimbernat, la figura de Bloch es la de un hereje. «Exiliado de Alemania del Este por su crítica al socialismo burocrático, no democrático, su marxismo se enmarca dentro de lo que denomina corriente cálida del marxismo, sin olvidar la corriente fría del análisis inmediato. La reivindicación de la utopía que hace Bloch es la de una utopía concreta, contrapuesta a las utopías ilusas y abstractas.»

Heinz Kimmerle comentó que para Bloch la frontera entre cristianismo y ateísmo es una línea fluida e indecisa. Dentro del cristianismo, la corriente emancipatoria e imantada al futuro continúa la tradición de la teología bíblica, la cual es una anticipación del reino de la libertad del socialismo. Para Bloch «donde hay esperanza, allí también hay religión».

Fernando Savater señaló su interés en Bloch por la idea de utopía y el hecho de que se inscriba en un intento de superar las utopías tradicionales. Bloch establece una contradicción al creer en el futuro y decir que el terreno propio del la utopía es el presente. « La utopía se sigue viendo como una cosa que traerá el futuro, ya sea por colaboración de los hombres o por necesidad histórica. Los que no creemos en el tiempo tenemos que oponernos a cualquier visión utópica.»