El centralismo, mal de la región centro

La no necesaria dependencia de las provincias que rodean Madrid con respecto a la capital, aunque sí una interconexión entre ellas, sin tener que sufrir las cargas fiscales que conducen a que las provincias más pobres de España estén subvencionando el desarrollo industrial de las más ricas, fueron los puntos principales abordados durante la rueda de prensa que se celebró en la mañana de ayer en la sede del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, como presentación de las jornadas que sobre Planeamiento y Desarrollo de la Región Centro se celebrarán a partir del próximo lunes, durante cinco días, en este colegio profesional.

El acto fue presentado por Eduardo González Velayos, presidente del Colegio y concejal del Ayuntamiento de Madrid, quien se refirió a que «la bandera del regionalismo no debe ser enarbolada por los políticos, sino por todos aquellos que participan en el desarrollo de las regiones y que, como el Colegio, pueden aportar la experiencia que ya se tiene en la división regional».

El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos intenta, con la organización de estas jornadas, el llegar a unas conclusiones que puedan ser válidas de cara al enfoque que al tema le ha de dar la Comisión Gestora para el Desarrollo Socioeconómico de la Región Centro, que fue creada por una orden de Presidencia del Gobierno, de 31 de julio del año pasado y que recientemente ha sido constituida. «Las conclusiones que se saquen de estas jornadas, dijo el señor González Velayos, serán ofrecidas al próximo Gobierno que se forme, no a éste.»

En la rueda de prensa estuvieron presentes Constantino Palomino, presidente de la Diputación de Cuenca; Leopoldo Carrasco, diputado provincial de Toledo y Luciano Sánchez Reus, alcalde de Segovia. Todos ellos expusieron, durante el acto, los problemas que vienen sufriendo sus respectivas provincias a raíz del centralismo económico que impera en la región con respecto a Madrid. Enrique Villoria, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, que también acudió a la rueda, puntualizó que, sin embargo, «somos todos los que sufrirnos el centralismo. Pero los primeros en sufrirlo somos los que lo tenemos bajo nuestros propios pies».

El presidente de la Diputación de Cuenca hizo especial referencia a la falta de inversión que, procedente del ahorro provincial, queda en cada una de las provincias, debido al coeficiente de inversión obligatoria en fondos públicos «Este dinero, dijo, que se puede cifrar en más de 18.000 millones de pesetas para toda España, va a parar a empresas del INI. Si se da el caso, como en Cuenca, de que no existen empresas del INI, el dinero del ahorro de los habitantes de la provincia resulta que sirve para subvencionar a las provincias ricas del país, pero no se queda para el desarrollo de las más pobres.»