Llamamientos a la serenidad y responsabilidad colectivas en Guipúzcoa

Partidos políticos, instituciones públicas y religiosas, coincidieron ayer en sus comunicados en apelar a la serenidad del pueblo guipuzcoano para evitar que las cotas de tensión y violencia que ha vivido en la última semana la provincia de Guipúzcoa rompan definitivamente la capacidad de convivencia pacífica de esta provincia vasca, que ha conocido en los últimos días unas situaciones de violencia sin precedente.

En las reflexiones sobre los sucesos acaecidos el fin de semana en Guipúzcoa que culminaron con dos muertes más: un guardia civil, víctima de un atentado protagonizado por ETA, y un joven estudiante muerto por un impacto de pelota de goma, se hace un llamamiento a la responsabilidad colectiva.En este sentido, en un comunicado hecho público, el Partido Nacionalista Vasco pide «a todos que, conscientes de la gravedad del momento, obedezcan tan solo las consignas de las organizaciones en que militan o con las que simpatizan, desoyendo la demagogia de grupos incontrolados».

En este mismo sentido se expresan partidos políticos como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Democracia Cristiana Vasca y el Partido Comunista de Euzkadi.

Pero estas llamadas a la serenidad no se interpretan como una dejación del movimiento reivindicativo de libertades y amnistía para Euzkadi, cuya clara expresión se ha vivido en las movilizaciones masivas que ha protagonizado esta provincia vasca. El Partido Nacionalista Vasco apela también en su comunicado al Gobierno para que cumpla de una vez sus reiteradas promesas de liberación de todos los presos políticos y exiliados vascos, evitando que la impaciencia popular pueda ser manipulada, y como prueba de credibilidad de su voluntad democratizadora.

Por su parte, el alcalde accidental de San Sebastián, Fernando de Otazu, en un llamamiento público al pueblo, se lamenta de la triste situación a que ha llegado la ciudad dominada por el ejercicio de la fuerza, «fuerza -dice textualmente dominada por unos cuantos insensatos que manejan fácilmente la población de los sin voto para incitar. También, es justicia decirlo, por el uso excesivo, en muchos casos, abuso de ciertas fuerzas del orden, que dicho con todo el respeto que siempre me ha merecido la autoridad, se propasan en la represión deforma excesiva».

También los obispos de la diócesis, Jacinto Argaya y José María Setién, han hecho pública una nueva nota en la que en tono apesadumbrado manifiestan que no quieren más muertes violentas. Tras proclamar que no son los caminos de la muerte los que traerán a los espíritus los sentimientos de concordia que necesitamos », piden a todos que «no bloqueemos el camino de la reconciliación, y que la amnistía sólo servirá para la pacificación social si, junto con lasmedidas legales recientemente aceptadas y aplicadas hasta el fin, somos capaces de aceptamos todos como hermanos, en paz, y como narse y aceptar la paz».

A su vez 44 alcaldes del País Vasco, reunidos en Vergara, emitieron un comunicado declarando que «no pueden estar de acuerdo con las muertes, vengan de donde vengan, ni pueden permitir que éstas sean utilizadas por nadie para llevar a nuestro pueblo por el camino de la violencia».

Los alcaldes defienden el derecho legítimo del pueblo a manifestarse y reconocen que la amnistía por ser vital para el pueblo puede ser exigida, «pero no puede ser utilizada como bandera de los que, a río revuelto, pretenden servirse de ella para consolidar precisamente lo que la amnistía pretende evitar ».

También la comisión gestora pro-amnistía de Guipúzcoa, en un comunicado hecho público en el día de ayer, tras declarar que el alcance del decreto-ley de amnistía promulgado por el Gobierno no responde a la exigencia popular de amnistía total que Euzkadi manifiesta, dice «que toda demora y limitación de dicha liberación urgente de los presos, de la que el Gobierno es responsable, seguirá manteniendo el estado de violencia permanente del que los últimos muertos son testimonio evidente».