_
_
_
_
GENTE

Antonio Olmo,

de quince años, se presentó en un hospital de Sevilla con la serpiente que le había mordido, para que los médicos pronosticaran si el reptil era o no venenoso. Los facultativos, tras atenderle, le indicaron que llevase, la bicha a un laboratorio para su análisis.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_