El "plan anticrisis" de la CEE perjudica las exportaciones españolas
La comisión europea propone prolongar hasta el 30 de junio su plan anticrisis siderúrgico, con objeto de sanear el mercado comunitario del acero, gracias a un control de la producción, regulación de los stocks y freno de las importaciones.
A primeros de año, la situación del mercado del acero es grave. La producción, en enero de 1977, fue más baja que en igual período del año anterior. Los pedidos son casi idénticos a los del verano de 1975, cuando en plena crisis económica, la CEE experimentó una neta recesión siderúrgica. La capacidad de producción de las empresas se utiliza a un 60 %, las exportaciones, son dificiles, y las importaciones no dejan de aumentar.
En su «Programa Provisional Acero», para el segundo trimestre de 1977 (plazo en el que seguirá aplicándose el plan anticrisis), los expertos de la CEE anuncian una producción de 32,7 millones de toneladas de acero, para un consumo real de treinta millones. Las exportaciones deberían representar seis millones y las importaciones limitarse a otros 2,5, por tonelada.
En el caso de las importaciones, las previsiones trimestrales de la CEE suponen una reducción del orden de 800.000 toneladas, en relación con igual período del año anterior.
Para conseguir tal reducción en las importaciones, la CEE cuenta con la autodisciplina de los tradicíonales países exportadores, Japón en especial. En el caso concreto de España, un miembro del «comité acero» de la comisión europea declaró a EL PAIS que, «se espera continuar los contactos con Madrid, para determinar el volumen de exportaciones». Actualmente, España vende 1.200.000 toneladas, de acero por año a la CEE. La Comunidad desearía reducirlas casi a la mitad.
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