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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Saber a Medias

Si hacerla historia suele ser, como se ha dicho tantas veces, un parto doloroso, analizarla o mejor, interpretarla, supone una meditación serena y rigurosa. No es éste el caso de España debe saber, cuyo éxito se fía más a unos nombres y al renombre de unos hechos que a su análisis profundo, cosa que, por otra parte, tiene poco que ver con el cine, aunque en este caso se presente bajo el carácter de encuesta.Cuando aún los historiadores no han logrado ponerse de acuerdo sobre los muertos de nuestra última guerra civil, resulta por lo menos problemático plantear una serie de cuestiones que requieren cuando menos, punto de vista múltiple y, por supuesto, un inevitable distanciamiento en el tiempo. Un punto de vista unilateral, aunque, eso sí, con determinadas concesiones que en todo caso vienen a dar la razón a quien las admite, no puede hacer demasiada luz sobre hechos esenciales que unas veces se nos presentan con datos ya sabidos y otras con tal fárrago de nombres, pactos y fechas que recuerdan la floración actual de partidos políticos.

España debe saber

Realización: Eduardo Manzanos. Cine encuesta.Con la participación de Azaña, Prieto, Calvo Sotelo, Gil Robles, Girón, Felipe González, Besteiro, Manuel Hedilla, Serrano Súñer, Vila Reyes, Areilza, Gonzalo Fernández de la Mora, etcétera

En lo que al distanciamiento se refiere, entre los personajes aludidos, unos se hallan definitivamente alejados por la muerte, distanciadora inapelable y otros, los menos, por sus propias razones, cuyo peso específico vendrá a darnos nuestro inmediato futuro político. Decir hoy que el culpable de nuestra guerra civil fue el extremismo de ambos lados es algo como cargarlo a la cuenta de las parcas. Ya se sabe que ni uno ni otras tienen nombre y apellidos. Los que sí lo tuvieron fueron los que murieron, los que la guerra sacrificó a un lado y otro, antes y después del conflicto. Bien es verdad que ya se nos advierte de que los españoles no amamos demasiado el diálogo, que preferimos la violencia, pero esto ya lo sabíamos; nadie ignora que «España es diferente». De todas formas, para analizar una guerra civil como la nuestra, en sus causas y en sus consecuencias hubiera sido preciso, entrevistas aparte, un planteamiento previo al menos para el gran público que se siente agobiado y descentrado en medio de unos acontecimientos acerca de los que sólo tiene, al comenzar el filme, unas muy vagas nociones, poco aclaradas al concluir la última encuesta.

Como en todas las historias, reales o no, hay héroes conocidos y personajes que aun siéndolo menos, acaban por erigirse en protagonistas, quizá porque sus razones fueron más claras o evidentes o porque el viento de la historia les empujó aserto. Tal es el caso de Hedilla o Besteiro, aparte de García Lorca, por supuesto. Al lado de estos hombres, dedicar un capítulo a Matesa con todo su récord de millones y sus implicaciones políticas, resulta bastante significativo en lo que se refiere al proceso vital a que el filme alude y es quizá uno de sus más inesperados méritos.

Acerca de la muerte de Calvo Sotelo o de Carrero Blanco, poco añade, y al final o desenlace, parece más que una encuesta sobre la Monarquía una exposición de deseos y promesas preelectorales. Sin embargo, el gran público, a quien el filme va dirigido, el gran público sin conciencia política definida, es decir el español medio actual, seguramente hubiera aoradecido una postrer pregunta que viniera a enlazar con la que abre la película. Tal pregunta podría ser: «¿Cree usted que es posible evitar una nueva guerra civil entre los españoles?» Si los españoles seguimos dispuestos a rechazar el diálogo y si los extremismos de toda índole fueron culpables de la anterior, no es difícil adivinar la respuesta. Esperemos por el bien de todos, que los protagonistas de nuestra nueva historia no deban responder dentro de cincuenta años a otra entrevista parecida a la que abre este filme. Si es verdad que la historia se repite seamos díferentes en eso al menos, en evitar lo inevitable, por el bien de las generaciones venideras.

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