El presupuesto demócrata supera en veinte mil millones al de Ford
El presidente Carter presentó ayer al Congreso su presupuesto federal, para el año fiscal 1978, superior en casi 20.000 millones de dólares al confeccionado hace unos meses por la Administración Ford. El nuevo presupuesto introduce, sin embargo, recortes en el capítulo dedicado a defensa, e incrementa las sumas destinadas a sanidad, vivienda y energía.
La elaboración del presupuesto anterior, por un total de 440.000 millones de dólares, fue uno de los últimos actos de Gobierno del ex presidente Ford, que lo sometió al estudio del Congreso unos días antes de abandonar la Casa Blanca. Su sucesor en la presidencia introdujo ayer una serie de modificaciones que colocan el nuevo presupuesto federal en 459.400 millones de dólares. Carter, que prometió en su campaña electoral conseguir el balance presupuestario para 1980, dijo ayer que las cifras presentadas al poder legislativo eran aún, en lo esencial, un presupuesto de la anterior Administración. El déficit previsto para este nuevo presupuesto es de casi 60.000 millones de dólares.
Tradicionalmente, han sido las administraciones demócratas las que con más frecuencia han puesto en números rojos las cuentas del Gobierno federal; la fama de grandes gastadores de los demócratas se empleó contra ellos en la pasada campaña electoral, aunque los ocho años de Nixon-Ford no hicieron sino aumentar el déficit presupuestario hasta las actuales cifras, que constituyen un record.
Carter, aunque ha incrementado en 20.000 millones de dólares los gastos previstos para el próximo año por su antecesor, hizo hincapié en su mensaje al Congreso en su intención de mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, mediante un mejor programa de asistencia médica, construcción de viviendas, lucha contra el desempleo, protección ambiental y recortes en los campos de la energía atómica y la defensa.
En el capítulo militar, el nuevo presupuesto elaborado por la Administración demócrata incluye una reducción de 2.700 millones de dólares, con lo que deja el presupuesto de defensa en 120.400 millones, en vez de los 123. 100 propuestos por Gerald Ford. El controvertido programa de fabricación en serie del bombardero supersónico B-1 se verá afectado por esta medida y, muy probablemente se decida la compra de cinco aparatos anuales, en vez de los ocho que preveía el presupuesto republicano. En cualquier caso, la decisión final sobre el B-1 no se tomará hasta, dentro de unos meses.
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