Los astronautas soviéticos trabajarán en la estación espacial "Salyut-5"

Afrontar y dominar las condiciones de vida en el espacio parece ser el principal objetivo de la experiencia espacial soviética, que acaba de iniciarse. El teniente general Shatalov, jefe del programa de entrenamiento de los astronautas soviéticos, ha asegurado que se trata de una «misión rutinaria» que tiene como finalidad la realización de trabajos espaciales. Pero la prensa soviética subrayó en su día que los astronautas del Sojuz-21, que pasaron 49 días a bordo, tuvieron que poner fin a la misión porque los astronautas estaban afectados sicológicamente por la duración del viaje. La permanencia en el espacio plantea una multitud de pequeños problemas, desde la manera de ducharse, hasta el modo de dormir -generalmente de pie- que suponen una adaptación continua a nuevas situaciones de la vida humana.

Los astronautas en vuelo, el coronel Gorbatko, 42 años, y el mecánico de vuelo, Yuri Glazkov, 37 años, alcanzaron ya el laboratorio espacial Salyut-5 actualmente en órbita. Salyut es una gran nave que fue lanzada en julio pasado, iniciándose entonces un viaje espacial orbital. Los tripulantes de otra nave similar a la que acaba de ser lanzada, el Soyuz-21, se trasladaron al gran laboratorio orbital y, una vez instalados allí, estuvieron 49 días a bordo. Finalizada su experiencia, según aseguró la prensa soviética, porque a los astronautas les afectaba sicológicamente su larga permanencia en el espacio, la estación espacial Salyut quedó en órbita para visitas posteriores. Algún tiempo después, otro soyuz el veintitrés de la serie, intentaría llevar a cabo otra experiencia, pero las cosas no marcharon bien y Soyuz-23 volvió a la Tierra en extrañas y repentinas circunstancias.El récord de permanencia en el espacio lo batieron los norteamericanos con otro gran laboratorio espacial, el Skylab, que también recibió tres visitas astronáuticas, para trabajar en él durante largas temporadas. Uno de estos Skylab recibió tres visitas astronaúticas. La primera, de un mes de duración aproximada, y la segunda de dos. La tercera, que fue en la que se batió el récord de permanencia, duró desde el 16 de noviembre de 1973 hasta el 8 de febrero de 1974, es decir, 84 días, casi tres meses de vida en el espacio.

Los rusos, por su parte. también lograron un gran récord de permanencia en otra estación Salyut. Los tripulantes de un soyuz, el 18, se trasladaron aun salyut y trabajaron allí por ún período de tiempo de 63 días.

Vida en el espacio

La permanencia en el espacio de largas temporadas no es fácil, según ha explicado a EL PAIS el director de la estación espacial de Madrid doctor Bautista Arana. Es toda una multitud de pequeños detalles que hay que afrontar, lo que convierte los vuelos espaciales en retos a la capacidad de adaptación humana. La forma de ducharse, por ejemplo, se lleva a cabo, según explica el doctor Bautista, «en el interior de un saco donde se introduce el astronatua. Por la parte superior del saco es lanzado fuertemente un chorro de agua y por la parte inferior existe un aspirador que recoge todas las partículas de agua. De no ser así. ante la carencia de peso del agua. podrían quedar partículas suspendidas que diesen lugar a accidentes al ser respiradas.Los astronautas, en estas experiencias de larga permanencia espacial, realizan trabajos de tipo interior. Son experimentos de tipo biológico «tendentes a estudiar el comportamiento de cuerpo humano», según asegura el doctor Bautista, quien continúa.: «También llevan a cabo ejercicios físicos, ya que una permanencia de varios meses sin someter a los músculos humanos a la realización de los esfuerzos a los que están habituados podría su poner una pérdida de su capacidad fisiológica. Por ello se hace necesario simular condiciones parecidas a las terrestres y hacer realizar a los astronautas todos los días cierta serie de ejercicios. »

Los experimentos de tipo interno no son los únicos que se llevan a cabo en este tipo de largas experiencias como las que se disponen a llevar a efecto los soviéticos. El doctor Bautista describe esperiencias llevadas a cabo en el Skylab, donde se realizaron «detenidas observaciones del Sol. tomándose miles de fotografías y comparándolas con otras fotografías obtenidas automáticamente con satélites no tripulados, para comprobar las posibilidades de los vuelos no tripulados».

La búsqueda de recursos terrestres y el desarrollo de nuevas técnicas industriales son otros de los objetivos de este tipo de vuelos. «Se ha comprobado, por ejemplo. -describe el doctor Bautista-, que en situación orbital pueden llevarse a cabo aleaciones que en Tierra no se podrían realizar. Aquí, al fundir dos metales , la mezcla no consigue ser del todo homogenea, por el peso de las partículas. En la situación de carencia de peso, sin embargo, se han conseguido aleaciones y grandes cristales casi perfectos. Se trasladan a las cápsulas artifíciales pequeños hornos donde se llevan a cabo estas experiencias. Podrán lograrse metales así de características mejores que los logrados en la superficie terrestre.»