Ejecutado el jefe del Estado etíope

Siete miembros del Consejo Militar que gobierna Etiopía (DERG) han sido ejecutados ayer, según informa Radio Addis-Abeba, entre ellos Teferi Bante, jefe del Estado etíope. Las primeras y confusas informaciones que han seguido a la noticia, aseguran que los siete fusilados, muertos en tiroteo, según otras versiones, intentaban un golpe de Estado antirrevolucionario y estaban relacionados con el ilegal y marxista Partido Revolucionario de Pueblo Etíope. En el mismo comunicado del DERG, emitido desde el palacio de Addis Abeba que sirve de cuartel general al Consejo Militar, se afirma que el mayor Mengistu, primer vicepresidente del DERG y hombre fuerte de Etiopía, se en cuentra sano y salvo después de haber sido destituido por maniobras de algunos de los fusilados, entre ellos los capitanes Almayehu Haile y Wolde Michael.

El Gobierno dice controlar la situación, a pesar de lo cual se ha adelantado en tres horas el toque de queda.

Es de destacar que el intento de pronunciamiento se ha producido antes de que transcurriesen veinticuatro horas de la rebelión que tuvo lugar el miércoles en la ciudad de Juba, en el sur de Sudán.

Esta tensión exterior, agravada por las tirantes relaciones que mantiene con otro país vecino, Somalia, se superpone sobre la crisis interna que atraviesa el país desde el derrocamiento del emperador Haile Selassie.

Los dirigentes militares están empeñados en llevar adelante una revolución socialista que es contestada desde los más diversos sectores. Si los señores feudales se han levantado en armas contra el DERG a raíz de la promulgación de la reforma agraria, los sindicatos manifiestan su hostilidad al régimen militar que intenta someter y reorganizar las centrales sindicales. Mientras, la izquierda, en especial el Partido Revolucionario del Pueblo Etíope, exige la retirada de los militares a los cuarteles y la instalación de un Gobierno popular.

Por otro lado, el régimen militar tiene que hacer frente a movimientos secesionistas y tribales, en varias provincias, algunos de los cuales reciben apoyo de países vecinos. Todo este cúmulo de contestación es resumido por los militares bajo el calificativo de anarquismo o reaccionarios, que para el DERG constituyen la misma cosa.

Además existen problemas entre los mismos componentes del Consejo Militar. Al parecer en este organismo existen dos corrientes: una dé carácter autoritario, que encabeza Atnafu Abate, y otra de corte revolucionario, cuyo líder es el hombre fuerte de Etiopía, el mayor Mengistu Haile Mariam, un militar izquierdista. Esta división se complica con las diferencias suscitadas entre los militares por la cuestión eritrea.

En medios diplomáticos de Addis-Abeba creen que el intento de golpe militar de ayer ha procedido del ejército mismo, e incluso del mismo seno del Consejo Militar. En el mes de julio de¡ pasado año, los dirigentes etíopes tuvieron que hacer frente a dos conspiraciones militares en un plazo de quince días, que se saldaron con ejecuciones masivas de militares (unos setenta, entre los que había también miembros del DERG).

Este tipo de represión también ha recaído sobre elementos civiles. En noviembre, fueron pasados por las armas veintisiete anarquistas o reaccionarios, acusados de actividades contrarrevolucionarias.