Con una entrevista con Giscard, Mondale concluye su gira por Europa
Esta mañana a las once comenzará la conversación de tres horas que mantendrán el presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, y el vicepresidente de los Estados Unidos, Walter Mondale. El enviado especial del nuevo presidente americano llegó ayer a las dos de la tarde al aeropuerto de Orly y esta misma tarde abandonará la capital francesa con destino a Tokio, en donde concluirá el periplo que lo llevó a las principales capitales de Occidente durante la semana que termina.
Estoy contento por encontrarme en París y me satisface saludar, de parte del presidente Carter, al presidente Giscar d'Estaing y al pueblo francés. Vamos a conversar al más alto nivel y nuestra actitud será la de la cooperación. Los temas que abordaremos serán, entre otros, los de la economía, el comercio, la energía, la cooperación nuclear y la reducción de armas en el mundo, declaró el vicepresidente americano al poner pie en el aeropuerto parisiense de Orly, en donde lo recibió el secretario general del Elíseo, señor Jean François Poncet.El señor Mondale reiteró el reconocimiento del pueblo americano hacia el pueblo francés, porque contribuyó a nuestra independencia. Refiriéndose a Occidente, declaró que nuestros problemas son comunes y debemos resolverlos en común. Podemos triunfar, pero no lo conseguiremos solos.
A media tarde de ayer, Mondale recibió en el hotel Crillon al señor Van Lennep, secretario generál de la Organización de Coperación y Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a veinticuatro países del mundo occidental. Según se informó al terminar este encuentro, los dos hombres estudiaron las perspectivas económicas a la luz de las intenciones de la nueva administración americana. El señor Van Lennep le comunica a su interlocutor que las naciones de la OCDE, conocerán en 1977 un crecimiento económico del 3 al 6 %, aproximadamente, si los Estados Unidos estimulan su economía con 30.000 millones de dólares.
Los franceses esperan con interés la conversación política que mantendrán esta mañana los señores Giscard d'Estaing y Mondale. Un ministro del Gobiemo de París, ironizando, decía anteayer: Giscard se conformará con escuchar, queriendo dar a entender que las autoridades galas desean sobre todo conocer con cierto detalle las orientaciones de la nueva administración Carter. A la presencia del señor Mondale se le concede gran importancia a causa de su personalidad de presidente bis. Si el presidente Carter es hombre de acción, el huésped del Elíseo es considerado aquí hoy como hombre de reflexión. El consejero del presidente americano en materia de seguridad, señor Brzezinski, que es para algunos la eminencia gris del señor Carter, preconizó no hace mucho el establecimiento de un nuevo orden económico para satisfacer el nuevo estado de espíritu del mundo. Ayer se recordaban estas buenas intenciones de Washington como premisas que permitían esperar un resultado positivo de la visita del señor Mondale.
