_
_
_
_
_

El XV Salón Náutico, una gran exposición comercial

El próximo sábado día 15 se inaugurará en Barcelona el XV Salón Náutico y del Deporte. La presentación de este Salón a la prensa madrileña se celebró ayer en un lujoso hotel, adecuado marco para el espectáculo prohibitivo que ofrecen este tipo de exposiciones. Samaranch fue el presentador del acto, y supo hacerlo sin triunfalismos, consciente de que una exposición de este tipo está más cercana a la temática comercial que a la deportiva.

No deja de ser curioso que cuando más se habla de crisis económica, 515 expositores se lancen a la tarea de vender más y mejor sus productos. Evidentemente se piensa en gente de alto nivel adquisitivo, y que salvo en contadísimos casos nada tiene que ver con el deporte. Las transacciones comerciales del último Salón dieron el suficiente suficiente superávit para animar a los expositores a lanzarse en plena crisis a un nuevo Salón que de alguna forma representa un saldo favorable a la hora de la balanza de exportaciones. España exporta en este sector más de lo que importa, y en algunas especialidades -como la de actividades subacuáticas- el volumen de su producción representa algo más del 70% del total mundial.El Salón, qué duda cabe, será un éxito. Ya se han vendido más de 42.000 metros cuadrados de los 42.310 dedicados a stands. El superávit económico se pasará, una vez deducidos gastos, a la Feria de Muestras de Barcelona para cuidado de sus instalaciones. La base sobre la que se asentará este Salón será la calidad de los productos. La industria náutica es muy reciente en España; se ha pasado de una producción barata y poco competitiva en calidad a otra casi tan costosa como la europea y que ya puede comenzar a competir en calidad con Italia, el número uno mundial en esta industria.

Las novedades principales del Salón habrá que buscarlas en la utilización de nuevos materiales de fabricación. Al parecer comienza a dudarse de la idoneidad del nylon como materia prima y se tiende a sustituirlo por nuevos plásticos y aleaciones ligeras.

Empieza aquí la verdadera tarea de los responsables del deporte náutico, que deberán repescar algo de este espectáculo de cifras y convertirlo en algo provechoso y sustancial para los deportistas del mar, que ven con tristeza cómo las vedettes de estos certámenes son las embarcaciones lujosas, de indiscutible calidad, pero encarecidas a unos desproporcionados precios europeos, pensadas para un público europeo. Está bien que Samaranch abra las puertas de los clubs náuticos a la juventud, pero hoy por hoy, mientras no cambien las estructuras, las barreras económicas seguirán definiendo y enmarcando las posibilidades reales de estos deportes, y por tanto un Sálón Náutico como el que comienza el sábado próximo no dejará de ser un espectáculo visual y una importante exposición comercial bastante alejada del deporte.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_