El Parlamento Europeo, principal objetivo de la CEE

«No tengo intención de ser un presidente británico, sino un presidente europeo», declaró Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, ante el Parlamento europeo, reunido ayer en Luxemburgo.Jenkis, que presentó su nueva comisión ante los 198 miembros de la asamblea de las Comunidades europeas, insistió en la necesidad de la construcción europea y por su firme propósito de convertir la comisión en «un órgano político y no tecnocrático». Después de recordar su fe europeísta, Jenkins destacó la importancia de la próxima elección directa del nuevo Parlamento europeo que contará con 410 miembros.

Ante las divergencias políticas en algunos países, Francia en particular, que suscita la elección directa del Parlamento europeo, Jenkis advirtió que «ningún país puede tomar la grave responsabilidad de aplazar la cita de la elección directa del Parlamento europeo».

En principio se espera que mayo o junio de 1978 sea escenario de la elección. Destacando el sentido «colegial» de la comisión que preside, Jenkins, señaló la importancia de las responsabilidades de algunos de sus trece miembros. La ampliación de la CEE, con la perspectiva de entrada de Grecia, España y Portugal será una de las mayores tareas de la comisión.

Hace treinta años que los políticos europeos de la época tuvieron la visión de crear unas comunidades europeas. La Comunidad Económica del Carbón y del Acero (CECA) cumplirá veinticinco años de funcionamiento. La Comunidad Económica Europea (CEE) y la Euratom celebran este año su XX aniversario. «Sin embargo no estamos aquí para recordar la historia sino para renovarla», afirmó el laborista Roy Jenkins.

El papel internacional de una Europa unida, en pro de la paz y el progreso, fue destacado por el nuevo presidente de la comisión. En una última alusión específicamente política, Jenkins recordó que los «nueve» de la CEE representan casi la mitad de estados donde se respetan las libertades individuales y derechos del hombre. Hecho suficientemente importante como para luchar por su continuidad en el conjunto de una comunidad de pueblos de Europa, que debe conseguir una «unión europea» con un rostro más humano.