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Sabotaje al diálogo palestino-israelí

Con la muerte de Mahmud Saleh asciende va a cuatro el número de dirigentes palestinos abatidos en las calles de París por desconocidos desde 1972. Hasta el momento, las investigaciones de la policía francesa no han conseguido esclarecer ninguno de estos casos, aunque las sospechas apuntan, como en atentados similares ocurridos en Europa, en una dirección: los servicios secretos de Israel.Ahora el representante de la OLP en París, Ezedin Kalak, ha recordado que su organización había remitido al Gobierno francés un memorándum sobre los atentados de que han sido objeto los palestinos en nuestro vecino país. El mismo Kalak fue objeto de uno de ellos en 1972, pero tuvo mejor suerte que sus compatriotas, ya que el paquete bomba enviado a su domicilio pudo ser desactivado a tiempo.

Esta alerta de la Organización para la Liberación de Palestina no ha dado sus frutos y Saleh, que en 1972 pasó a desempeñar interinamente la representación de la OLP tras el asesinato de Mahmud Hamchari en 1972, ha unido su nombre a la lista de víctimas. Como primera conclusión hay que indicar que la policía francesa queda desairada, ya que no ha conseguido detener a uno solo de los autores de esta serie de atentados, ni tampoco ha sabido prestar protección adecuada a estas personalidades palestinas. Conviene recordar que la librería que dirigía en París Mahmud Saleh había sido objeto de varios atentados, el último de ellos hace justo un año. Estos primeros avisos llevaban una firma: Frente de Defensa Judío.

Por su parte, el abogado francés Vicent Monteil, miembro de la asociación «Francia-árabes» ha señalado directamente a un hombre como responsable moral e incitador de esta serie de crímenes. Acuso formalmente al coronel israelí Harlay Liberman de ser el instigador del asesinato del militante palestino Mahmud Saleh y de otros palestinos ejecutados en París, Roma, Nicosia y Oslo, ha dicho Monteil en París.

El móvil del atentado contra Saleh aparece con bastante evidencia si recordamos que sólo veinticuatro horas antes había sido hecho público que palestinos e israelíes pacifistas venían manteniendo conversaciones secretas en París desde hacía seis meses para lograr un principio de entendimiento entre los dos pueblos, basado en el respeto mutuo. Este entendimiento implicaba, según la parte negociadora israelí, el establecimiento de contactos periódicos y el reconocimiento palestino de que el sionismo era intrínseco al Estado israelí. La vinculación entre los dos hechos parece bastante evidente y la muerte de Saleh constituiría una provocación para sabotear ese diálogo.

Ha sido barajada también la hipótesis de que Saleh ha caído víctima de un ajuste de cuentas entre facciones palestinas. La OLP la ha rechazado rotundamente. Salen había militado en la citada organización, pero últimamente había oscilado sus simpatías hacia el Frente de Rechazo palestino, de carácter más radical. Su eliminación por motivo de disensiones resulta cuando menos incoherente, ya que su librería parisiense se había convertido en lugar de encuentro de palestinos de toda tendencia.

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