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Osorio: "Hay motivos para ver el futuro con esperanza"

La referencia a una España en paz, en medio de un contexto de cambios y de nuevos valores sociales que hacen que se mire el futuro con esperanza, fue el concepto central que desarrollaron en su alocuciones el vicepresidente segundo del Gobierno y el ministro de la Presidencia, Alfonso Osorio, que dirigió la ofrenda nacional al apóstol Santiago, en nombre del Rey y el arzobispo de Santiago Monseñor Suquía Goicoechea, que contestó a las palabras del oferente.

La tradicional ceremonia de invocación al apóstol Santiago fue acompañada de una serie de actos religiosos en los que participaron diversas autoridades religiosas, civiles y militares, coincidiendo con la conmemoración de la traslación del apóstol y con el final del año Santo Compostelano.«España es hoy un país en paz -dijo el ministro de la Presidencia- hace bien poco, con motivo de la Navidad. su Majestad el Rey, que hizo la invocación ritual el día de tu celebración afirmó «que hay motivos para sentirse animados para seguir afrontando el futuro con esperanza», en este tu año Santo, que ha coincidido con el primer año de reinado de Don Juan Carlos, el Rey de la esperanza, esperamos los españoles llevar a buen puerto la nave de los tiempos nuevos, de acuerdo con el cambio social innegable del país.»

«Poniendo en ello -continuó- la decisión y prudencia que sean necesarias, los hombres y mujeres de España, los que tenemos la grave responsabilidad de la gobernación de la nación, y aquellos que forman, en todos los quehaceres y condiciones, el noble y magnífico pueblo español, hemos de elevar juntos los niveles morales, sociales, culturales, económicos y políticos de la patria.»

El ministro de la Presidencia terminó su ofrenda pidiendo la bendición del santo para todos los españoles, «cualquiera que sea su condición» y especialmente para la familia real y el Gobierno, «iluminando sus decisiones para que acierten en su difícil tarea».

Contestación del arzobispo

El arzobispo de Santiago, monseñor Suquía subrayó, en la contestación a las palabras del ministro, que «la paz verdadera que debemos querer es todo ese conjunto de valores sociales, culturales y espirituales que lo integran, es ese caminar incesante hacia una justicia dinámica y satisfecha que cada día se nos presenta con exigencias más profundas.»«La paz y la vida -dijo también- caminan juntas como de la mano; una y otra son el signo de una sociedad lograda, el síntoma de su salud, la prueba y medida de su crecimiento, la razón y la ley de la historia humana de la salvación.»,

El prelado señaló también que querer la paz es sencillamente querer y defender la vida; quitar la vida es herirla, ponerla en peligro es lo mismo que arrancar la paz, maltratarla y exponerla a riesgos. No nos engañemos, la vida tiene los mismos enemigos que la paz».

El arzobispo de Santiago concluyó con unas palabras de Pablo VI que se refieren a la Jornada Mundial de la Paz que se celebra el día uno de enero. El prelado habló contra lo que de una u otra manera atenta contra la vida humana y por lo tanto contra la paz. Citó la guerra, el aborto, el hambre, las torturas, los encarcelamientos arbitrarios. la prostitución, las drogas, las coacciones psicológicas, las condiciones de trabajo degradantes. los actos de terrorismo y los secuestros de personas.

Terminada la ceremonia religiosa el ministro celebró una recepción en la sede del Ayuntamiento compostelano. A continuación Firmó en el libro de oro de la ciudad.

Hoy, el señor Osorio asistirá a la clausura de la Puerta Santa de la catedral compostelana. Al acto asistirán, entre otros, los alcaldes de las siete capitales del antiguo reino de Galicia y todos los prelados de las diócesis gallegas.

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