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GENTE

Juan María Alfaro,

especialista en quinielas, avisa sobre el peligro que para esta otra lotería supone la posible implantación del Lotto, invento italiano que funciona en varios países europeos. El Lotto -40 ó 48 bolas, numeradas correlativamente- consiste en adivinar cuáles serán las seis primeras bolas que salgan del bombo, «algo casi imposible»: si para cubrir todas las posibles variantes de un pleno quinielístico hace falta una inversión de 35 millones de pesetas, para el Lotto habría que gastar setenta mil. Así, con acertar sólo dos o tres bolas se consiguen premios fabulosos, y la gente «se juega las pestañas» en este juego de puro azar, en detrimento de las apuestas con base en los resultados del fútbol.

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