El Gobierno no aceptó el ultimátum de los secuestradores de Oriol
Tres minutos después de la media noche, se recibió en la redacción de EL PAIS una llamada anónima que, lacónicamente, anunció: «Acabamos de ejecutar al señor Oriol». Posteriormente, entre esa hora y la una de la madrugada, llegaron a la centralita del periódico otras dos llamadas, posiblemente relacionadas con el caso, que se cortaron antes de que pudiera ser transmitido ningún mensaje. No se ha podido comprobar la autenticidad del comunicado, y se desconoce la suerte del señor Oriol. A las cuatro de la madrugada, los abogados señores Castells y Berzosa, mediadores en el secuestro en nombre del Gobierno y que no pudieron salir del aeropuerto parisiense de Le Bourget por imposición de las autoridades francesas, han regresado a París desde el aeropuerto de Barajas, donde aterrizaron pasadas las tres.
La operación desplegada por la policía madrileña en la madrugada de hoy, en una finca de las proximidades de Arganda, no ha dado resultado alguno. Se tenía la impresión de que en dicho lugar pudiera hallarse el señor Oriol, vivo o muerto. A la una de la madrugada, una sección de la Policía Armada, compuesta por cuatro jeeps, reforzada por la dotación de otro vehículo de la Guardia Civil y ayudada por un grupo electrógeno, rastreó la finca agrícola De la Serna, usando potentes focos. La finca, vallada con un muro de cemento, tiene una casa principal de tres plantas y está deshabitada. La entrada se encuentra a cuatrocientos metros del cruce de Camporreal, en la carretera de Valencia, en dirección al pueblo de Velilla de San Antonio.Un hermano del secuestrado abandonó a primeras horas de la madrugada la finca familiar de El Plantío en un automóvil de la policía, acompañado de cuatro agentes, y parece que se dirigió al mismo punto en que se realizó el rastreo policial. Sobre las tres de la mañana se produjo un considerable movimiento de personas en torno a las oficinas del señor Oriol, en la calle de Montalbán, donde el presidente del Consejo de Estado fue secuestrado hoy hace una semana.
A las once de la noche de ayer, finalizó el nuevo plazo que los secuestradores del presidente del Consejo de Estado, Antonio María de Oriol, pertenecientes a los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), habían dado para liberar al señor Oriol con vida. Las condiciones de este ultimátum estaban contenidas en una nueva nota recogida ayer tarde por Informaciones y EL PAIS, en la que se afirmaba que si el Gobierno no hacía público un anuncio claro y oficial de una próxima amnistía total, antes de las once de la noche de ayer, el señor Oriol sería ejecutado.
A las once menos tres minutos de la noche, Radiotelevisión Epañola interrumpió sus programas para dar paso a un mensaje del ministro de la Gobernación. Rodolfo Martín Villa, en torno al secuestro. El ministro afirmó que, de producirse el asesinato del señor Oriol, no existirían más responsables que aquellos que lo realicen «y los que con sus acciones participen en el grado de complicidad que determinen las leyes».
Señaló que el Gobierno no puede aceptar la coacción o el chantaje de ningún grupo de extremistas, con amenazas de muerte a españoles secuestrados, si no es en perjuicio de la responsabilidad que tiene ante el pueblo.
El señor Martín Villa aseguró que el Gobierno ha utilizado todos los medios a su alcance para resolver el secuestro, «sin que haya podido obtener la más minima garantía del respeto a la vida» del señor Oriol. Más adelante, el ministro insistió en que, si se comete violencia contra el señor Oriol, los únicos responsables serían sus secuestradores.
La intervención del señor Martín Villa finalizó con las siguientes palabras: «Ha sido y es propósito de este Gobierno llegar a un uso generoso de la clemencia, que haga posible restañar viejas heridas, pero abdicaría el Gobierno de su condición de tal si se dejara arrastrar por cualquier grupo que pretendiera poner su fuerza por encima de la Ley.»
Mensaje del hijo del señor Oriol
A las once y media de la noche, minutos después de que el ministro de la Gobernación se dirigiera al país en relación con el secuestro del señor Oriol, se ha difundido un comunicado de un hijo del señor Oriol, en el que se decía:
«Me dirijo a vosotros, hombres jóvenes como yo, a los que tenéis y estáis con mi padre, ahora y en este momento, y que nos habéis angustiado con un plazo ya cada vez más corto, según la última nota que habéis enviado.
El ejemplo permanente de nuestro padre y el deseo de tener en el futuro una España que acabe con situaciones como éstas, para nosotros y para todas las familias de España, es lo que nos hace permanecer en una actitud de fe y de esperanza de que podamos conseguir nuestro ardiente deseo de volver a tener a nuestro padre con nosotros. Gracias y esperamos que tengáis comprensión.»
El último mensaje de los secuestradores del señor Oriol fue anunciado a EL PAIS cerca de las siete de la tarde de ayer; el comunicante advirtió que el nuevo mensaje estaría en una de las jardineras de la terraza de un bar situado en la es quina de la calle Rafael Calvo y Miguel, Angel. El lugar indicado está situado a pocos metros de la Escuela Superior de Policía. Idéntica llamada se recibió en la redacción de Informaciones, aun que en este caso se señaló como lugar de recogida un punto de la glorieta de Rubén Darío, no lejos de la primera dirección indicada.
Europa Press comunicó que anoche Juan Pons Rovira padre del preso Pons Llovet dirigió el siguiente mensaje a Radio Nacional de España en Barcelona:
«Nosotros, familiares de presos políticos, pedimos a los secuestradores de don Antonio María de Oriol y Urquijo que no procedan a su ejecución. Queremos la libertad de todos los presos políticos a través de una amnistía, no a través de un muerto. Entendemos que el señor Oriol es, en estos momentos, preso político.»
Más información en págs. 9 y 40
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