La Automática, en los procesos de producción

El objetivo de la Automática consíste en proporcionar a la humanidad sistemas físicos que permitan eliminar aquellas funciones no deseables por el operador humano cuando éste trabaja como parte integrante de un proceso mecanizado, ya sea mental o de producción, y dotar al hombre con nuevos medios que le permitan disminuir su riesgo personal o controlar procesos cada vez más rápidos y complejos en «tiempo real».Esta nueva ciencia, de índole esencialmente aplicada, se ha establecido en. los países más desarrollados, ante la necesidad de fabricar con la cantidad, calidad y uniformidad exigida por el mercado, con una máxima productividad y con un mínimo de riesgo personal. Sin olvidar que otros benieficios conseguidos, y no menos importantes, son, por una parte, los ahorros de materias primas y de energía, y, por otra, el aumento de la calidad de vida de la comunidad. Es decir, la Automática ha incidido de forma muy importante en aspectos socioeconómicos trascendentales para la humanidad y, sin duda, lo continuará haciendo.

Uno de los pilares en los que se asienta la automatización de procesos es el de los circuitos integrados nodulares, que implementan funciones lógicas básicas, y los minis y microcomputadores con los que se pueden manejar, mediante programa, funciones de gran complejidad.

Los computadores digitales transistorizados se comercializaron en 1960, dando lugar al comienzo de una etapa de extraordinario desarrollo en la industria de semiconducto res. Durante esta etapa de colaboración la industria de semiconductores comprendió mejor la naturaleza de los productos más apropiados y que cubrían mejor las necesidades de la industria de computadores, así como la utilización de los sistemas producidos por ésta en el diseño de nuevos circuitos integrados. Consecuencia de esta interacción ha sido una rebaja drástica en el coste de diseño y fabricación de ambas clases de productos, hasta tal punto que actualmente se consiguen utilizando técni cas de integración en gran escala (I2 L, C-MOS, MOS sobre zafiro, Schottky, etcétera), dispositivos integrados, con funciones muy complejas, a precios extraordinariamente bajos y que se espera desciendan, en la presente década, a razón de veinticinco veces cada cinco años.

Por otra parte, debemos tener muy en cuenta que, como consecuencia de los avances indi cados, actualmente los costos de implementación de sistemas electrónicos, dirigidos a la automatización de procesos, tienen una componente muy importante, que puede llegar a ser incluso del 80 %, de «materia gris» aportada por el personal investigador y técnico.