Energía través de otros seres vivos

Revolucionarias experiencias para robarle al Sol su energía están siendo llevadas a cabo por César Marchetti, investigador italiano del Instituto Internacional para los sistemas de Análisis aplicados de Lakenburg, en Austria. Con la complicidad de algunos seres vivientes tales como robles, caña de azúcar, bacterias, insectos... se logra elaborar en muy poco tiempo productos altamente energéticos, como el carbón o el petróleo. Creando una estructura parasitaria en ciertos árboles, gracias a la información genética facilitada por los insectos parásitos, el árbol transforma su glucosa automáticamente en etileno o en hidrógeno, con grandes posibilidades de producción energética inmediata.Gracias a este procedimiento presentado por el profesor Marchetti en la reciente reunión de biólogos celebrada en Pont-a-Mousson, bajo el patrocinio del Consejo de Europa, se podría obtener el equivalente de mil kilovatios de potencia por kilómetro cuadrado de bosque.

La investigación señalada forma parte de un plan más amplio de estudios con la finalidad de obtener energía de los vegetales. Ante la crisis de esas formas de energía solar almacenada que son el carbón y el petróleo, se intenta que las plantas realicen para el hombre su labor de transformación de energía solar en energía acumulada, sin necesidad de esperar los miles de años que requiere la formación de más carbón y más petróleo.

Alcohol de la caña de azúcar

En Brasil se procede actualmente al cultivo de la caña de azúcar para la producción de alcohol. Se corta la caña antes de que esté madura, cuando su jugo es más rico en glucosa. Inmediatamente se transforma en alcohol, habiéndose logrado por este procedimiento la producción de mil millones de litros de alcohol durante el año 1975, y esperándose producir en el año 1980 5.000 millones de litros de alcohol.También la resina de un arbusto, el euforbio, que crece en la periferia de las regiones desérticas, podría ser utilizada para la producción de energía. Con este arbusto sería posible suministrar cuatro toneladas de hidrocarburos por hectárea al año aprovechando de esa forma la energía solar.

Melvin Calvin, premio Nobel en el año 1961 por sus investigaciones sobre el procedimiento empleado por las plantas para. fabricar la glucosa ' asegura que antes de cinco años se podrá disponer de la primera célula vegetal artificial, imitando el proceso íntimo de la fotosíntesis. Esta célula estaría en condiciones de producir energía en los laboratorios del mencionado científico en Berkeley (California).

Otros investigadores trabajan en las bacterias que viven en aguas muy saladas. Si fuese posible estabilizar químicamente las membranas de estas bacterias, podrían incorporarse en células solares y producir directamente corriente eléctrica.

El común denominador de estas investigaciones se basa en el aprovechamiento directo por parte del hombre de los complejos mecanismos que han adquirido los seres vivientes para transformar, acumular y utilizar la energía solar. Estos mecanismos, todavía insuficientemente comprendidos por el hombre, logran merced a reacciones en cadena elaborar productos altamente energéticos, susceptibles de devolver en un momento dado la energía solar acumulada.