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Granada: polémica entre el Colegio de Aparejadores y el diario "Patria"

«En ningún caso pueden ser considerados ajenos al interés público incidentes en los que un ciudadano es objeto por parte de la autoridad de acciones cuya legalidad es dudosa y que ponen de relieve la necesidad de que la autoridad someta el ejercicio de sus atribuciones al más estricto respeto a los derechos humanos», decía, entre otras cosas, la nota de réplica enviada por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Granada al diario de esta ciudad Patria, en relación con una información insertada en sus páginas el pasado 18 de noviembre y erróneamente titulada. Patria, de la Cadena de Prensa del Movimiento, ha dejado pasar los tres días legalmente establecidos para la publicación de la réplica (según el decreto 746 de la vigente ley de Prensa del 66), ignorando la existencia de la misma, a pesar de haber firmado su director el correspondiente recibí de la nota del Colegio de Aparejadores.Bajo el titular de Fallo a favor de la policía municipal en el pleito por supuestos malos tratos a arquitecto técnico, el diario Patria confundía, en efecto, las dos diferentes actuaciones que la autoridad judicial viene siguiendo con referencia a un mismo incidente. El caso ocurrió el pasado día 18 de septiembre, cuando el aparejador Juan de Dios Polo, después de un altercado por cuestiones de aparcamiento, sufrió en las dependencias del Ayuntamiento lesiones por parte de varios agentes de la Policía Municipal. Se instruyeron entonces dos pleitos judiciales: uno contra el aparejador, por aparcamiento indebido, y el otro contra los agentes municipales, por supuestos malos tratos. El primero de ellos es el que ya se ha fallado, imponiendo el juez una multa de mil pesetas al señor Polo. por leve insolencia con la autoridad. El segundo, sin embargo, se encuentra aún en proceso de instrucción de diligencias previas, y la única novedad en relación con éstas es que, según el último certificado médico aportado y a consecuencia de los supuestos malos tratos, a Juan de Dios Polo se le ha producido una disminución de su capacidad auditiva, habiendo perdido veinte decibelios en un oído. Asimismo, a raíz del incidente, el aparejador estuvo hospitalizado durante seis días recuperándose de lesiones en el hígado. Este es el segundo caso parecido que sucede en el Ayuntamiento granadino en los últimos meses.

Dado que en su información el diario Patria criticaba el apoyo prestado por el Colegio de Aparejadores a uno de sus miembros, al tiempo que ironizaba sobre las dotes de conductor de éstos, la junta de gobierno del Colegio redactó y envió al periódico la correspondiente nota de réplica, cuyo recibo de entrega fue firmado por el director de la publicación, Daniel Saucedo, pero cuyo texto no ha sido publicado ni siquiera fuera del plazo de los tres días estipulado por la ley. «Que un órgano de opinión pública -dice el último párrafo de la nota del Colegio de Aparejadores- pida la inhibición o el silencio sobre lo que nos afecta a todos, es, cuando menos, una paradoja, máxime cuando se le exige dicho silencio a un colegio profesional que, de conformidad con su ley reguladora, tiene como una de sus principales funciones la de contribuir eficazmente al perfeccionamiento de los fines de comunidad nacional, siendo a su vez uno de los pocos cauces legales de expresión colectiva hoy día existentes.»

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