Conferencia sobre desarrollo económico y empleo femenino

Se ha clausurado la Conferencia Nacional sobre el Desarrollo Económico-Social y el Empleo Femenino, organizada por la Presidencia del Consejo de Ministros y por el comité italiano para el Año Internacional de la Mujer.La conferencia, que estaba programada el año pasado como manifestación del Año Internacional de la Mujer, proclamado por la ONU, ha estudiado en cuatro comisiones los problemas de las perspectivas del empleo femenino en la agricultura, industria y sector terciario, servicios sociales, política escolar y de formación profesional, condiciones de trabajo y política sanitaria.

Respecto a otros países, la peculiaridad de Italia consiste en que más de la mitad de la población (el 51,2 %) son mujeres, representando menos de un tercio de las fuerzas de trabajo (28,1 %). El porcentaje de las mujeres oficialmente presentes en el mercado del trabajo es del 19,7%, una tasa excepcionalmente baja, como México, mientras el subempleo es el 48,2%, y el desempleo de 30,3%. El trabajo negro o clandestino sindicalmente hablando, representa un millón y medio de unidades en mayor parte de mujeres.

Los datos fueron dados por la ministro del Trabajo, Tina Anselmi, al inaugurar la conferencia, días atrás, en el Palacio de la Patronal, a las afueras de Roma. Entre los asistentes del mundo político resaltaba el líder comunista, Enrico Berlinguer.

Entre otros datos de interés aportados por la ministro italiana, única mujer del Gabinete Andreotti, llama la atención que de más de 830.000 mujeres que se dedican a sus labores y están dispuestas a trabajar, el 70% podría hacerlo sólo sí pudiera confiar los hijos a jardines de infancia a bajo precio.

Según un estudio de la profesora Nora Federici, directora del Instituto de Demografía de la Universidad de Roma, en el sector de la agricultura, el empleo femenino bate al masculino (los hombres, sobre todo los jóvenes, huyen de los campos), mientras la participación de la mujer en el trabajo industrial no ha superado nunca el límite máximo del 33,3%, alcanzado en 1970. Entre 1960 y 1974 han desaparecido del sector de la industria 142.000 mujeres, mientras entraba casi un millón de hombres, pasando el porcentaje del 39,5 al 48,1%