Antonio Lago,

director general del Patrimonio Artístico, está gestionando la correspondiente autorización para que puedan ser visitados ciertos monasterios toledanos en cuyo interior se conservan obras de alto valor artístico, vedadas hasta ahora al público, en virtud del régimen conventual de clausura. El señor Lago piensa que, en el par de horas al día hábiles para la visita, las monjas podrían retirarse a las zonas no visitables de sus conventos. En compensación, las religiosas podrían ver aliviada su situación económica, verdaderamente angustiosa, en algunos casos, con los ingresos por entradas. La Administración, por su parte, subvencionaría determinados trabajos de restauración de la que están muy necesitados algunos de esos conventos.