Sin acuerdo en el Mercado Común ante el problema del petróleo

Dos días de conversaciones entre ministros de Asuntos Exteriores de los nueve países del Mercado Común, no lograron concretar una oferta de la CEE en relación con la Conferencia Económica internacional, conocida por «diálogo Norte-Sur», que reúne en París a representantes de países desarrollados consumidores de materias primas, y países en vías de desarrollo que las producen.

Tocará a los jefes de Estado o de Gobierno de la CEE afrontar el problema en el curso del llamado Consejo Europeo, previsto para el 29 y 30 de este mes en La Haya.

El Consejo de Ministros centró sus esfuerzos en tres capítulos concretos: mejora de las concesiones comerciales ¿le la CEE a países en vías de desarrollo, la entrega de 0,7 % del producto nacional bruto para la ayuda al desarrollo y la «moderación» en la deuda exterior de las 25 naciones más pobres del mundo.

Toda la operación va destinada a reactivar el «diálogo Norte-Sur», en el que se cifran las últimas esperanzas de los europeos en un arreglo moderado ante las reinvidicaciones de los países de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) que quieren aumentar el precio entre un 10 y un 20%.

Los aspectos políticos de la nueva crisis energética que se avecina, dividen a los «nueve» de la CEE.

Por una parte, los de economías fuertes (Alemania Federal, Holanda, Bélgica y Dinamarca) parecen preparados a soportar un nuevo aumento del precio del petróleo. Por el contrario, los económicamente débiles (Gran Bretaña, Italia, Irlanda y, en menor proporción, Francia) temen que una subida del petróleo perjudique su frágil recuperación económica.

Existen también otras diferencias fundamentales; sobre todo, entre los británicos (que son los únicos productores potenciales de petróleo entre los países de la CEE), defensores de una tesis proatlantista en el «diálogo Norte-Sur», y los franceses, que ven en la operación una pérdida de «soberanía» nacional, excepto si los demás de la CEE siguen las teorías de París.