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Funcionario sancionado por denunciar supuestas irregularidades

Desde el mes de enero de 1972 hasta el de septiembre de 1975, en que se hizo efectiva una sanción contra el presunto responsable, varias faltas cometidas en el seno del Centro Electrónico para el Tratamiento de la Información (CETI), del Ayuntamiento de Madrid, no pasaron de ser simples salidas de tono del funcionario a quien se le ocurrió denunciarlas. Mientras tanto, el funcionario denunciante, Germán Antón, operador del CETI, hubo de soportar 117 días de suspensión de empleo y sueldo, porque, ante su denuncia, el denunciado presentó otra, en la que, en su calidad de jefe, se le acusa de «agitador, comunista y de efectuar amenazas de agresión física».El 10 de enero de 1972, Germán Antón, operador del Centro Electrónico para el Tratamiento de la Información, del Ayuntamiento de Madrid, dirigió un escrito al alcalde de Madrid, por aquel entonces Carlos Arias Navarro, en el que acusaba al director del CETI, en combinación con otros funcionarios municipales, de «nepotismo, apropiación indebida y fraude». Inmediatamente, el señor denunciado interpuso otra denuncia contra el señor Antón, por el mismo cauce, en la que éste último era acusado de «promover el malestar en el centro, de comunista y agitador».

«La respuesta, nos dice el señor Antón, fue la de que fui suspendido de empleo y sueldo por espacio de 117 días. Las acusaciones contra mí, por lo visto; sí sirvieron, en cambio, el hecho de que el director del CETI tuviera empleada a su mujer en el centro, sin que apenas apareciera por allí y de que encima cobrara horas extraordinarias, no era para ser sancionado.»

La suspensión que fue decretada contra el señor Antón lo fue en unión de otro funcionario del centro, Ramón Fernández Blanco, para quien recayó la sanción de un mes de suspensión de empleo y sueldo.

«En realidad -aclara-, al final de todo el proceso, la suspensión que tuve que sufrir fue sólo de diez días de duración, en tanto que el resto del tiempo que estuve sin ir a trabajar me fue abonado como si lo hubiera hecho. Sin embargo fui trasladado a un puesto inferior y los salarios que se me pagan desde entonces están muy por debajo que los que perciben mis compañeros de promoción.»

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