"Hemos dimitido por la paralización de la Universidad de Barcelona"

«La causa fundamental de mi dimisión y la de los seis vicerrectores de la Universidad de Barcelona ha sido la paralización de la misma después de un mes y medio», manifestó ayer Fabián Estapé, ex rector de la citada Universidad.

«Dada la carencia de autonomía de esta Universidad -agregó el señor Estapé- difícilmente pueden proponerse soluciones que no tengan el respaldo del Ministerio. Con una verdadera autonomía, el conjunto de todo el personal de la Universidad podría darse a sí mismo unos estatutos de derechos y obligaciones en el más amplio sentido de la palabra.»Tras manifestar que eran justas la mayoría de las reivindicaciones del personal no docente, el ex rector dijo que el equipo que había gobernado la central de Barcelona desde 1974, había defendido el bienestar de los tres estamentos de la Universidad y había propugnado una Universidad abierta a todos, dialogante con el mundo que la rodea, que es Cataluña, y conectada con la cultura. El señor Estapé negó la autonomía de las Universidades de Madrid, Barcelona y Bilbao y señaló que el marco legislativo de la Universidad en España se quedó paralizado en el año 1968. «No es conflictiva la Universidad -dijo-, sino el método educativo, que no encaja con las necesidades del país».

El ex rector agradeció al gobernador civil de la provincia las gestiones que realizó para solucionar el problema y señaló que aquél se dio cuenta enseguida de que la huelga del personal no docente no era un problema de orden público.

Por su parte, la comisión del personal no docente de la Universidad de Barcelona hizo pública una nota en la que lamentaba las repercusiones, que calificaba de gravísimas, de la huelga que mantenía, pero «nadie pudo prever que, después de siete semanas de huelga, el Ministerio, a través del Rectorado, se limitara a ofrecer propuestas legalistas e inflexibles. Los PND -personal no docente- afirmaron también que no habían sido agotadas todas las posibilidades de solución por parte de las autoridades académicas, por lo que pensaban que las dimisiones del rector y de los seis vicerrectores no estaban suficientemente justificadas.

Por último, los PND hicieron hincapié en su voluntad negociadora y dijeron que «nuestra única intransigencia ha sido no aceptar la disminución del salario real».