El contencioso pesquero, a primer plano en la negociación España-CEE

«Si la flota pesquera española se ve obligada a abandonar el área del Gran Sol en virtud de la extensión a doscientas millas de las aguas jurisdicionales de la CEE, el hecho no dejará de ser una expoliación.»

Así ha definido un representante de la, Administración española el peligro que la flota pesquera nacional atraviesa por esta decisión de la CEE, y que comienza a preocupar seriamente al sector que ven cómo esta medida puede resultar convertirse en el último eslabón para que España deje de ser definitivamente un país pesquero.«No hay posibilidad de entablar negociaciones bilaterales con Irlanda o Gran Bretaña, al igual que ha ocurrido con Canadá recientemente ya que cualquier tipo de contactos se deben realizar con la CEE como organismo comunitario», han manifestado a EL PAÍS en medios próximos a la Federación Española de Armadores -de Buques, que señalan que los derechos históricos adquiridos por nuestro país no pueden desaparecer a través de un acuerdo como el adoptado por el Mercado Común siguiendo las directrices de la Conferencia del Mar. El hecho de que más del 90% de los barcos que faenan en las aguas del Gran Sol sean españoles y lo hayan sido en los últimos años, así lo avala.

La opinión de estos medios, que se manifiestan preocupados ante tal medida, es que la retirada paulatiq4 y gradual de nuestra flota, tal y como solicita la Comunidad, se demore lo suficiente como para que se abra un período negociador que pueda ofrecer soluciones que palíen la situación catastrófica que produciría la salida indiscriminada de nuestra flota de aquella zona.

Insisten que existe una serie de razones históricas que son lo suficientemente importante como para impedir la salida de la flota pesquera española en la zona, flota que se cifra en cerca de mil unidades y que suponen una tercera parte del total de las capturas de la flota nacional.

Falta confianza

E n cualquier caso, fuentes consultadas del sector, ponen de relieve su escasa confianza en la capacidad negociadora del Gobierno a la hora de resolver este tipo de problemas, a pesar de la insistencia de la subsecretaría de la Marina Mercante y de la Dirección General de Puertos, a la vista de los continuos incidentes con los que nuestros barco! se enfrentan en aguas de países como Angola, Mozambique, Marruecos, Mauritania...

Víctor Moro, director general de Pesca, ha declarado a EL PAÍS las bazas que le toca jugar a- España a la hora de negociar con la CEE. En primer lugar, existe una teórica y que viene marcada por la historicidad y la tradición de nuestra flota pesquera en estas aguas, razones indiscutibles y que deben pesar a la hora de entablar negociaciones. Por otro lado, existe la recomendación de la Conferencia del Mar en el sentido de tener en cuenta los perjuicios que la medida de extender a doscientas millas las aguas jurisdiccionales puede acarrear a terceros países. Por último, y si las altas jerarquías españolas y europeas son reales en sus declaraciones, la proximidad de las -negociaciones últimas entre España y la CEE debe ser base suficiente como para permitir un acuerdo alternativo durante el período en que puede demorarse nuestra integración en la zona de los nueve.

El señor Moro vuelve a insistir, en la necesidad de enfocar el tema' pesquero con una óptica amplia y comenzar las negociaciones con el Mercado Común al máximo nivel económico y político, ya que el tema pesquero debe saltar a un primer plano económico si se quiere resolver, ya que de lo contrario España puede dejar de ser un país pesquero.