Berlinguer presiona al Gobierno
Los comunistas siguen llamando a la puerta del poder. Quiere por lo menos una gestión colegial a la crisis económica. Así se indica en una carta que anteayer el secretario del Partido Comunista, Enrico Berlinguer, y los presidentes de los grupos parlamentarios comunistas enviaron a los secretarios y parlamentarios de los demás partidos (democristianos, republicanos, socialdemocráticos, socialistas y liberales), que dan su abstención al Gobierno Andreotti.
La abstención determinante comunista, que mantiene en pie el Gobierno Andreotti, tenía el sentido, hasta ahora, de una contribución gratuita. Con su carta, Berlinguer quiere, evidentemente, hacer una advertencia formal, no efectúa un chantaje abierto, pero si hace una presión para que de un modo u otro se cuente con él en una mayoría de la que puede, acaso más tarde, surgir un Gobierno del que participar.
Antes de la carta, el experto económico del partido, Luciano Barca, había pedido la misma cosa en un artículo del diario del partido «L'Unita». El vicesecretario de la Democracia Cristiana, Galioni, contestó que no era posible mantener encuentros orgánicos con los comunistas, porque cambiaría la naturaleza del Gobierno Andreotti, que nació, no de un acuerdo colegial de partidos, sino de una coalición práctica de abstenciones
A la negativa democristiana, los republicanos replicaron furiosos tachando de «irresponsables» e «increíbles» las declaraciones de Galloni, para quien, a pesar de la gravedad de la crisis monetaria y del déficit de la balanza de pagos, la estructura productiva del país es sana y la situación seria, pero no desesperada. «Los socialistas acusan a la Democracia Cristiana de querer culpar de la impopularidad de las medidas de austeridad a los partidos de la izquierda. Los comunistas replicaron a Galloni que es justo considerar un «pecado contra la naturaleza» a un Gobierno, como el de Andreotti, nacido de un parto de virgen.
Contra las medidas de urgencia
Los comunistas con su carta quieren que el Gobierno adopte medidas de austeridad con objetivos bien claros a breve y medio plazo, presentando a la Comunidad Económica Europea una política de desarrollo de conjunto, y no medidas de urgencia que conducen al proteccionismo y la autarquía. Ante todo, es necesario contener el «déficit» del sector público Y la demanda de consumos individuales.El tono de la carta de Berlinguer es de quien habla de desde dentro del sistema no desde fuera buscando contactos.
Los republicanos prácticamente han dicho que sí a la consulta que Berlinguer quiere «orgánica y, permanente». Los socíaldemocráticos lo ven con buenos ojos, a condición de que «no plantee situaciones políticas y parlamentarias distintas de las actuales. « Los socialistas, por boca del secretario Craxi, ven en la propuesta de Berlinguer la «Iínea constructiva» que ya se han prefijado.
La Democracia Cristiana, sin embargo, seguiría oponiéndose a la exigencia y sosteniendo la tesis de que el tratamiento común de la crisis debe efectuarse sólo en el parlamento.
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