El padrenuestro
He puesto a enfriar la noticia antes de pasarla a este diario, porque no acababa de creérmela. Que dice que, por la tele, en lugar del cura del cierre, nos van a echar el padrenuestro todas las noches. Un padrenuestro rezado, los primeros días, por los cuatro cardenales españoles. Y luego, por los famosos en general, la jet-society, la high-life, la dolce vita y, como estrelIa invitad, algún sobornado de la Lockheed, con antifaz.Aunque de que la noticia se confirme ose desmienta, allá va. Imagino que un cardenal Tarancón, nos rezará un padrenuestro progre, apertuista, un pedazo de homilía, un homiliazo, vamos, como aquél que se despachó cuando la coronación. Imagino, asimismo, que don Marcelo González hará un padrenuestro toledano-vallisoletano, con más unción que función. Y en es plan. Porque no hay dos padrenuestros iguales. No es igual el padrenuestro de García Salve que el de López Rodó.
Ahora que digo García Salve: ése es uno que podría salir una noche a rezarlo. Aunque en la tele prefieren el destape de una fascista al padrenuestro de un rojo. Ya me lo dijo a mí el metafísico de la televisión, McLuhan, cuando vino a España y nos tomamos juntos un bocadillo de berberechos en el bar de Prado del Rey:
-Desengáñese, joven, el mensaje es el medio.
O sea que si el medio es Marujita Diaz, el mensaje es de derechas, auncue la jai se desencuentre. Y si el medio es el padre Llanos, el padre Xirinachs, el padre Díez-Alegría o el padre Salve, el mensaje es de izquierdas, aunque sea un padrenuestro.
-Si es que el Padrenuestro vale para todo -dice el quiosquero, con anticlericalismo de clase.
Esto del padrenuestro de los famosos me ha recordado aquéllos del padre Peyton, rezados por un torero o por López Ibor ante la multitud, en plan salvación del mundo.
Después de los cardenales de España, el primer padrenuestro tendría que rezarlo el marqués de Villaverde, que tiene hábito de Templario, me parece, o de la Orden de Santialgo, o del Santo Sepulcro, o de las Oblatas, que ahora no caigo.
Hay en España tantos famosos, terratenientes, franquistas, postfranquistas, oligarcas, oligócratas, toreros retirados y toreros en cartel, banqueros vía Suiza. y montañeros de derechas, que no sé cómo Azaña pudo decir que España había dejado de ser católica. Católicos es lo que sobran. Están los Consejos de Administración llenos.
Así que, para abreviar, podrían rezarse los padrenuestros corporativamente: una noche Alianza Popular (querrá rezarlo todo Fraga, como en las ruedas de Prensa), otra noche el Consejo Nacional (que lo rece Girón, que le pone más luceros), otra noche Fuerza Nueva, otra el comando anticomando Adolfo Hitler, y así.
- Pero la oposición no va a querer-dice el parado
La oposición y la Coordinación y la Platajunta, si de verdad quieren colaborar tienen que ir a televisión en plan londalla, a rezar el padrenuestro, e incluso una misa cantada con tres curas revestidos: Calvo Serer, Ruiz Giménez y Gil Robles. Y Felipe González es andaluz, podría cantarse además una saeta.
O sea, que vayan por grupos, en plan Adoración Nocturna, que si no, es que no acabamos nunca. Hay que sacar el padrenuestro con faralae de Lola Flores, y el padrenuestro a gritos de Amestoy, y el padrenuestro llorón de Raphael, y el padrénuestro cara al sol de Blas Piñar, y, el de Pérez de Tudela por las víctimas de la rnontañi que va dejando en sus picnics macabros. Y el padrenuestro sin lanzandera de Vilá Reyes.
-¿Y el día que le toque rezarlo a usted?- me pregunta el parado.
-Lo llevaré en un papel, porque yo no sé improvisar un padrenuestro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.