"El acuerdo Kissinger-Smith sobre Rodesia carece de valor"
El líder militante negro, Robert Mugabe, una de las figuras más importantes del nacionalismo rodesiano, dijo en una entrevista televisada en Londres, que él no tiene inconveniente en sentarse en la misma mesa de negociaciones con lan Smith, pero le considera «un criminal de guerra, por cuya culpa, han muerto miles de compatriotas míos».Mugabe dice que una vez establecido un Gobierno de la mayoría en Rodesia, Smith tendría que someterse a la justicia militar, que lo condenaría por «alta traición» incluso siguiendo las leyes británicas. «Al declarar unilateralmente la independencia de Rodesia de la corona británica, Smith cometió un crimen y luego los ha seguido cometiendo.»
Mugabe es uno de los líderes negros que discutirá con lan Smith en Ginebra las condiciones del traspaso del Gobierno de la minoría rodesiana a la mayoría de color. La conferencia comenzará en la capital suiza el próximo día 25, a requerimiento de Londres.
En la entrevista, la primera que se le hace en Gran Bretaña en muchos años, Mugabe dijo que no piensa aceptar las propuestas que Kissinger le hizo a Smith en Pretoria. «Presionaré para conseguir que mi pueblo alcance el control total del poder. Mientras no tengamos todo el poder seguirá la guerra por nuestra parte.»
Mugabe, que tiene seis títulos universitarios, estuvo durante diez años en las cárceles de Smith. Desde hace tres vive refugiado en Tanzania. Es el más revolucionario del grupo de nacionalistas negros y tiene mucha influencia sobre ellos. Esa influencia está reforzada por sus conexiones con rusos y chinos, que le tienen mucha simpatía. Su poder está ilustrado por el hecho de que él fue quien hizo cambiar al moderado Nkomo, que en un principio aceptaba el «tratado de Pretoria».
Para Mugabe, el acuerdo de Pretoria, con el que Kissinger creyó haber resuelto la cuestión de la guerrilla en Rodesia, no tiene relevancia alguna. Según ese proyecto constitucional, el medio millón de blancos tendría en el Consejo de Estado el mismo número de representantes que la comunidad de siete millones de habitantes de color.
«Yo no odio a los blancos, pero sí estoy en contra de cualquier movimiento que se haga para preservar el poder del que los europeos han venido disfrutando en Zimbabwe.»
Con respecto a la Conferencia Constitucional de Ginebra, Mugabe cree que ha sido convocada por Londres para rectificar el excesivo optimismo de Kissinger. Por otra parte, ni Mugabe ni sus colegas creen que Smith acepte los términos que ellos pondrán sobre la mesa de negociaciones. Parece que Mugabe sigue sin ver claro que el problema de Rodesia pueda solucionarse con otra cosa que con las armas.
