Asuntos Exteriores desmiente que haya acuerdo secreto España-Estados Unidos
El ministro español de Asuntos Exteriores desmintió ayer a la agencia EFE una información publicada por el periódico norteamericano Washington Post, según la cual existe una cláusula secreta en el tratado entre Estados Unidos y España que permite a los aviones de aquel país utilizar las bases conjuntas y aeropuertos del territorio nacional en el aprovisionamiento de armas a otros países.
El diario norteamericano -que pasa por uno de los mejor informados del mundo- afirma que España ha concedido permiso, secretamente, para que aviones norteamericanos que transportan equipo militar a otros países, incluido Israel, utilicen las bases conjuntas y aeropuertos regulares del territorio español, según su corresponsal en Madrid, Miguel Acoca, que atribuye esta información a fuentes oficiales. « Esto significa un cambio político de la mayor importancia, escribe Acoca, ya que durante la crisis de 1973 en el Oriente Medio, España impidió a los aviones de transporte norteamericanos que llevaban suministros de vital importancia para Israel utilizar las bases y el espacio aéreo español.»Tras señalar que después del derrocamiento del régimen caetanista Estados Unidos tuvo dificultades para utilizar las islas Azores como escala hacia el Oriente Medio, el corresponsal del Post escribe que el acuerdo entre España y USA no tiene muy claro su alcance, pero que fuentes oficiales indicaron que incluye no sólo a Israel, sino también a otros países del Medio Oriente y de Africa.
Consultado telefónicamente por el Post, el ayudante- de Kissinger para asuntos europeos, Arthur Hartman, negó la existencia de cualquier acuerdo secreto en relación con el tratado hispano-norteamericano. Hartman dijo que nada de esta naturaleza fue discutido con el ministro español de Asuntos Exteriores en recientes conversaciones y que el acuerdo sobre las bases se hizo público en su totalidad.
«El acuerdo secreto -continúa Acoca- da a Estados Unidos improcedentes libertades para la utilización de las bases conjuntas, lo que fue confirmado posteriormente en un intercambio de comunicaciones entre funcionarios de los dos Gobiernos.»
El principal beneficiado por este acuerdo es Irán. Aviones transportando equipo militar a este país hacen escala regularmente en España. El accidente sufrido por uno de estos aviones de transporte cerca de Madrid, en el pasado mes de mayo, reveló parte de la operación.
Evitar sospechas
En aquella ocasión la prensa española informó, con cierta timidez, de la existencia de un puente semanal desde Teherán a una base naval de Nueva Jersey, en Estados Unidos. El Jumbo que se estrelló el domingo 7 de mayo llevaba, al parecer, camufladas las ventanillas para presentar la apariencia de un avión comercial, pero personal del aeropuerto de Barajas manifesté entonces que desde hace tiempo causaba extrañeza la presencia del aparato -el de mayor capacidad de entre los que se encuentran en el mercado aeronáutico- con muy escaso número de pasajeros, e incluso sólo con la tripulación que se esforzaba siempre por destacar el carácter civil del avión y de sus misiones.
Los mismos empleados del aeropuerto madrileño destacaban el hecho de que en varias ocasiones el Jumbo iraní se situaba entre los aparatos comerciales en tránsito, sin ningún tipo de vigilancia, para evitar cualquier sospecha sobre su carga.
Fuentes españolas manifestaron al corresponsal del Post que el acuerdo no cambia la postura pública española de apoyo a las naciones árabes, ni afecta a los planes españoles para reconocer a Israel, retrasados la pasada prima vera a causa de las amenazas árabes de suspender las compras de bienes españoles.
«El texto actual del memorándum -continúa Acoca-, que fue aprobado por el anterior primer ministro, Carlos Arias, permanece secreto y no forma parte del tratado, según las fuentes. Funcionarios oficiales negaron la existencia de tal acuerdo. Veteranos diplomáticos españoles rehusaron hacer comentarios, diciendo que España consideraría la utilización de las bases para asistir a terceros países, estudiando caso por caso. »
«Fuentes oficiales dijeron que el anterior ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areliza, y el embajador norteamericano en Madrid, Wells Stabler, confeccionaron un borrador del memorándum.»
Acoca señala que los intentos encaminados a conseguir una copia del acuerdo no tuvieron éxito que éste no fue presentado a la Cortes cuando éstas ratificaron e Tratado de Amistad y Cooperación.
Epaña mantiene una ley de secretos oficiales que se aplica a los asuntos de seguridad nacional.
Un alto funcionario de política exterior de la Administración Aria dijo que no recordaba si el acuerdo para utilizar las bases y el espacio aéreo en misiones de transporte di armamento estaba en un memorándum, una carta o una nota a pie de página, pero indicó que si aplicación no era automática y requería mutua consulta, lo que implica que la decisión final está en manos de los comandantes militares norteamericanos y españoles.
Acoca escribe que sus intentos de encontrar a Juan José Rovira, negociador del tratado, para que le confirmara o desmintiera la existencia del acuerdo secreto fueron infructuosos, y recuerda que Rovira fue nombrado embajador en Washington el viernes pasado.
El negociador militar del tratado de más alto rango por parte española -continúa Acoca- fue el teniente general Gutiérrez Mellado.
«En el pasado -concluye el Post- Estados Unidos y España firmaron acuerdos militares secretos acerca de las bases. Un acuerdo entre el general americano David Burchinal, antiguo comandante de la OTAN y el teniente general Díez Alegría, antiguo jefe del Alto Estado Mayor español, que comprometía a Estados Unidos a defender a España frente a terceros países, fue revelado en 1969. »
«El descubrimiento de este acuerdo precedió a su anulación, después de un caluroso debate en el comité de relaciones exteriores del Senado norteamericano. »
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