Un civil, nombrado primer ministro de Tailandia
El rey de Tailandia ha nombrado ayer a un civil relativamente desconocido, Tanint Kravichan, para el cargo de primer ministro.El nuevo primer ministro formará un Gobierno que sustituirá al mando militar que se hizo cargo del poder a raíz del golpe de Estado del miércoles pasado.
La primera declaración de Kravichan anuncia que los militares seguiran haciéndose cargo del poder «hasta que pueda formar el Gabínete».
El nuevo primer ministro ha dicho que los cinco problemas más ímportantes que tiene planteado el país son «el comunismo, la corrupción, la laxitud entre los funcionarios del Gobierno, la pobreza del pueblo y los peligros que plantean gentes ambiciosas que pretenden gobernar el país matando la democracia».
Veinticuatro miembros, todos ellos militares, componen el denominado «Comité de Reforma Administrativa», que desde el pasado miércoles gobierna Tailandia, a raíz del golpe de estado, informó ayer radio Bankok.
La tendencia proamericana es destacada por la prensa vietnamita. El diario «Nhan Dan», órgano oficial del régimen de Hanoi, dice en un editorial que Estados Unidos, mediante sus agentes, intervino decisivamente en el golpe de estado del pasado miércoles en Bangkok, ya que todos los que participaron en él «son partidarios del militarismo norteamericano», actúan a las órdenes del Departamento de Estado de Washington y amenazan la paz en el sureste asiático.
En cuanto al presidente del «Comité de Reforma Administrativa», almirante Chaloryoo, todos los observadores coinciden en que no es en realidad el nuevo «hombre fuerte» del país y que el verdadero cerebro del golpe fue el general del Ejército de Tierra Kriandsakdi Chamanand, nombrado secretario del «Comité de Reforma Administrativa», y subcomandante general de las Fuerzas Armadas.
Hombre poco conocido hasta hoy, el general Chamanand es un anticomunista convencido, admirador de los Estados Unidos y con gran influencia entre los jóvenes oficiales del ejército tailandés.
En cuanto a la situación general en el país, y según las últimas informaciones recibidas, continúa reinando la normalidad, aunque anoche la Universidad de Bangkok fue escenario de nuevos tiroteos, al invadir su recinto policías y soldados para capturar a los estudiantes izquierdistas que aún se ocultan en los distintos edificios.
Cuatro estudiantes fueron arrestados en esta «operación limpieza», que se unen a los cerca de 3.400 detenidos el miércoles pasado, horas antes del golpe de estado.
Hasta el momento, las fuerzas de seguridad dicen haber encontrado en el recinto del «campus» universitario cinco granadas de mano, dos revólveres, un rifle y varios ingenios explosivos.
En la capital, patrullas militares continúan recorriendo las calles y tanques y soldados custodian los edificios gubernamentales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.