Vandalismo tras el funeral por las víctimas de San Sebastián
«Si es necesario que alguno muera por el pueblo, yo, Señor, ofrezco mi vida por Guipúzcoa, yo ofrezco mi muerte, la que sea, la que mandéis: natural o violenta, en el lecho o en la calle.» El obispo titular de San Sebastián, monseñor Jacinto Argaya, repitió ayer en la catedral del Buen Pastor, en el transcurso del funeral celebrado por el presidente de la Diputación de Guipúzcoa, señor De Araluce, y sus cuatro acompañantes, víctimas del atentado perpetrado el lunes, el ofrecimiento hecho públicamente hace unas semanas ante la Virgen de Aránzazu.
Desde media hora antes de dar comienzo el funeral, la catedral neogótica donostiarra se encontraba abarrotada de público y numerosas personas permanecían en el exterior, donde la calle San Martín había sido cerrada al tráfico. Fuerzas de la Brigada Antidisturbios controlaban los alrededores del templo. Algunos de los asistentes llevaban distintivos del movimiento de Acción Nacional y Fuerza Nueva con la bandera española en el brazo.Cerca de las cinco y media de la tarde llegaron a la catedral los ministros de Gobernación, Rodolfo Martín Villa, y de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, que ocuparon un lugar preferente a la derecha del presbiterio. Detrás de ellos quedarían el Consejo del Reino en pleno, jerarquías militares, entre las que figuraba el director general de la Guardia Civil, señor Campano López, y personalidades políticas vinculadas muchas de ella s al tradicionalismo.
Terminado el funeral algunos grupos de extrema derecha arrojaron sillas contra varias cafeterías, durante una manifestación. Disuelta ésta, unas 60 personas, armadas con pistolas, palos y otros objetos se adentraron en el barrio del Antiguo, destrozando escaparates de bares y comercios y agrediendo a las personas que encontraban a su paso, incluso mujeres y niños.
Por otra parte, conocemos que Juan Antonio Samaranch, presidente de la Diputación Provincial de Barcelona, es el primer y más firme candidato para cubrir la vacante producida en el Consejo del Reino por el atentado que costó la vida al presidente de la Diputación guipuzcoana, Juan María Araluce.
El señor Samaranch -que viajó ayer desde Barcelona a San Sebastián para asistir al sepelio del señor Araluce-, inició el lunes, poco después de producirse el atentado, las primeras gestiones para presentarse como candidato a consejero del Reino por el grupo de procuradores representantes de la Administración Local, según nos manifestaron ayer en fuentes políticas madrileñas,
Más información en págs. 10 y 11
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