Cien millones de norteamericanos presenciaran hoy el debate entre los dos candidatos
A solo unas horas del primer debate televisado que enfrentará a los dos candidatos a la presidencia, en la noche del jueves, el presidente Ford acortó notablemente la distancia que le separaba de su adversario en los porcentajes de popularidad. Una serie de errores tácticos considerables, situaron a Jimmy Carter en una posición que era impensable hace sólo unas semanas.
Los dos candidatos dedicaron la jornada del miércoles a prepararse para su primer encuentro, que se celebrará en el WaInut Street Theatre, de Filadelfia, y será transmitido en directo por las cuatro cadenas nacionales de televisión. Las últimas cifras estiman la audiencia probable de estos debates en cien millones de personas, muchas más de las que acudirán a las urnas eI día 2 de noviembre.Los especialistas aseguran que la atención de los espectadores se centrará más en el «carácter» y la «personalidad» de los candidatos que en las soluciones concretas que ofrezca cada uno a los problemas de política económica e interior, temas sobre los que versará el primer debate. Un reciente sondeo de opinión señala que más de la mitad de la audiencia no tiene aún decidido por qué candidato va a votar.
Aunque los organizadores fueron inflexibles en su condición de que las cámaras de televisión no tomaran planos del público, para evitar que algún gesto influyera sobre la audiencia, varias organizaciones de estudios sobre la opinión pública han preparado entrevistas con grupos de personas que verán juntos el debate, para intentar saber quién ha sido el «vencedor» de este primer enfrentamiento.
Carter, a, quien algunos consideran más «televisivo» que su adversario, ha perdido puntos en su aceptación por los electores a causa de sus confusas declaraciones sobre el aborto y la política fiscal y también a causa de la entrevista que publicó la revista Playboy, en la que el candidato demócrata hizo referencia a temas sexuales y confesó «haber cometido adulterio mentalmente». La entrevista no ha gustado en los sectores conservadores del Sur, fuente principal del apoyo de Carter, y la esposa de este, Rosalynn, se ha visto obligada a salir en su defensa, declarando que «Jimmy es un ser humano» y que «tengo plena confianza en él».
Los estrategas de Carter, que han reconocido la autenticidad de las expresiones puestas en boca de Carter por Playboy, intentan utilizar la polémica entrevista como una prueba del carácter liberal y tolerante del ex gobernador de Georgia, así como de su profunda fe religiosa, lo que es muy importante en un país al que una encuesta reciente reveló como el más religioso del mundo.
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