El Gobierno holandés quiere convencer a la reina Juliana para que no abdique

La casa real holandesa pasaba ayer por una grave crisis al día siguiente de la dimisión del príncipe Bernardo de todos sus cargos y de que se hiciese pública la acusación contra él en el sentido de que fue receptivo a «deshonrosas peticiones y ofertas» por parte de la compañía Lockheed.Aunque, según ciertas informaciones, la reina Juliana fue convencida para que no abdicase, por el momento, la crisis y la incertidumbre provocadas por la investigación del Gobierno sobre el caso Lockheed ha dañado seriamente el prestigio de la popular casa reinante de Orange y ha suscitado interrogaciones acerca del futuro del reinado de Juliana, que cuenta con 67 años de edad.

El primer ministro, Joop Den Uyl, y la coalición gubernamental de cinco partidos esperan evitar una crisis constitucional y han urgido repetidamente a la reina a que permanezca en el trono. Hasta ahora nadie ha pedido la abdicación de la reina -Juliana es extraordinariamente popular en Holanda-, pero no hay ninguna seguridad de que continúe en el trono, teniendo en cuenta una amenaza suya anterior según la cual abdicaría si el nombre de su marido no salía completamente limpio de la investigación, lo que no ha ocurrido.

Una fuente próxima al Gobierno holandés declaró ayer que Den Uyl había implorado a la reina que permaneciese en el trono, después de que ella amenazase con dirnitir la semana pasada y que el primer ministro había dicho a la reina que su retirada dejaría el camino libre a la apertura de un proceso criminal contra su marido. Den Uyl declaró el jueves ante el Parlamento que era contrario a una investigación criminal, y prácticamente todos los partidos y la opinión pública comparten su criterio.

Una fuente próxima a la familia real informó que la reina tenía pensado, en principio, dejar el trono en 1979, cuando cumpliese 70 años, pero que ahora había una «posibilidad real» de que abdicase antes, tal vez el año que viene, como consecuencia de la divulgación del informe sobre su marido. La heredera de Juliana es la princesa Beatriz. de 38 años, casada con un alemán, Claus Von Amsberg.

La reacción a la noticia, dentro del país, fue calificada por funcionarios del Gobierno, periodistas y políticos, interrogados el mismo jueves por la noche por la televisión, como de «sorpresa, perplejidad y casi derrota».

Un diario, el Voskrant (católico) calificó el informe como «acontecimiento traumático», y añadió que «no hay duda de que la conclusión de la comisión, apoyada por el Gabinete, de que el príncipe perjudicó los intereses del país, es una correcta conclusión».

La reina Juliana y el príncipe Bernardo concluyeron ayer sus vacaciones en Italia. Durante las dos últimas semanas, los soberanos holandeses tuvieron que interrumpir ya en (los ocasiones su descanso en Portd Ercole, en el centro de Italia, para viajar a La Haya, como consecuencia de la inminencia de la publicación del informe oficial sobre las actividades del príncipe Bernardo.

En torno a la residencia de los monarcas holandeses en Italia no se ha permitido el acceso a los periodistas en estos últimos días. Ayer, aparentemente sin previo aviso, la reina Juliana y el príncipe Bernardo abandonaron su residencia estival para regresar a Holanda.