Francisco Sciaccalunga,
párroco de Ricco del Golfo, localidad al sur de Génova, ha provocado -indirectamente- la sublevación de sus feligreses. El obispo de la Spezia, monseñor Silvestri, decidió trasladarle a otra parroquia de mayor importancia por haber quedado vacante. Los feligreses de Ricco del Golfo no quisieron escuchar las razones de la jerarquía eclesiástica y, sin pensarlo dos veces, secuestraron a su párroco, encerrándolo en su casa el pasado jueves. Desde entonces vigilan día y noche el edificio para impedir que se marche o que entren emisarios de ningún tipo.
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