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Las nuevas medidas del Gobierno sudafricano no contradicen el "apartheid"

Otra dirigente de color sudafricana, Fatima Meer, fue detenida ayer en Durban, según noticias llegadas a Londres, lo que hizo aumentar la tensión existente en los poblados negros, sobre todo alrededor de las ciudades de Durban y Port Elizabeth. Al mismo tiempo, dirigentes negros de la comunidad bantú se reunieron ayer para estudiar la situación, que ha producido 33 muertos en los tres últimos días. La reunión coincide con el comienzo de ciertas reformas destinadas a aliviar los aspectos más odiosos del sistema del apartheid, cuyos principios, sin embargo, no serán alterados.El Gobierno sudafricano anunció el viernes nuevas concesiones a los negros que viven en las ciudades, pero apoyó esta decisión con declaraciones que sugieren que la condición de vida de los 18 millones de negros del país no va a experimentar cambios sustanciales.

La concesión, consistente en una ampliación de los derechos de compra de casas en las poblaciones negras, coincidió con una predicción oficial, según la cual la ola de violencia que se extendió por los township en los dos últimos meses está llegando a su fin. El ministro de Justicia, James Kruger, declaró a este respecto que la detención de docenas de líderes del «poder negro» había eliminado una de las causas de los incidentes, que han costado hasta el momento por lo menos 253 vidas.

«Vender su trabajo»

El anuncio sobre los nuevos derechos especifica que los negros que compren sus casas a partir de ahora dispondrán de un título sin restricciones sobre la finca. Bajo las normas anteriores, anunciadas el año pasado, los compradores de casas disponían de una posesión limitada a un espacio de tiempo de treinta años.Líderes de la comunidad negra declararon que la última decisión del Gobierno viene a significar un reconocimiento a la permanencia de la población negra en centros urbanos. Hasta ahora la doctrina del apartheid establecía que los negros que vivían en las ciudades eran «residentes temporales» en las áreas blancas del país.

Sin embargo, en un discurso pronunciado el jueves, el ministro encargado de los asuntos negros, Michel Botha, puso de relieve que no se habían producido cambios en la doctrina oficial. Subrayó que la base según la cual se permite a los negros vivir en áreas urbanas es la de «vender su trabajo y nada más».

Su discurso reafirmó, en efecto, los principios sobre los que está construido el sistema del apartheid. Durante 30 años, la política del Gobierno ha seguido el principio de que todos los negros pertenecen a las áreas tribales establecidas por sus antecesores, incluso en el caso de que hayan nacido en una ciudad. A nadie se le permitía vivir en los township a menos que él, o el cabeza de su familia, fuesen «necesitados» en razón de su trabajo.

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«Los negros tienen su lugar»

Esta interpretación fue confirmada el viernes por el ministro de Justicia, James Kruger. «El negro sabe cuál es su lugar, y, si no lo sabe, yo le diré cuál es su lugar», afirmó el ministro en una reunión celebrada en el municipio de Frankfort.Kruger atribuyó las protestas negras a la importación de «ideología negra» de los Estados Unidos, pero prometió que las autoridades blancas acabarían imponiéndose. El Gobierno, dijo el ministro, no permitirá que los negros copien «ideologías extranjeras».

Casi al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad continuaron su redada de dirigentes negros radicales y detuvo a doce personas más en la zona de Durban. Según un diario de Johannesburgo, 165 detenciones se han llevado a cabo hasta el momento.

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