Desciende la construcción de viviendas protegidas
De 1964 a 1970, el 72,4 por 100 de las viviendas protegidas construidas fueron destinadas a la venta, el 23,5 por 100 fueron arrendadas y el 4,1 por 100 se destinaron a uso propio. Esta distribución se ha ido deteriorando progresivamente a lo largo de los últimos años y así vemos como en 1970 las viviendas en alquiler representaban el 13,59 por 100 de las viviendas protegidas; en 1971 este porcentaje descendió al 4,35 por 100; en 1972 al 7,67 por 100 y en 1973 al 7,14 por 100.Según un informe de la Banca Más Sardá, en la actualidad existe un fuerte déficit de viviendas sociales y un elevado «stock» de viviendas por vender. De 1960 a 1970 se construyeron 2,5 millones de viviendas, de las cuales el 75,6 por 100 correspondieron a protegidas. En 1975, la proporción de viviendas protegidas descendió al 52,5 por 100. La escasez de viviendas protegidas en régimen de alquiler obedece fundamentalmente a la política oficial de contención de precios de los arrendamientos urbanos y a los plazos de amortización de las inversiones en viviendas. El informe pone de relieve lo ya anunciado por el ministro de la Vivienda, señor Lozano Vicente, ante las Cortes, en el sentido de que no es posible dar acceso a la vivienda a sectores de escaso nivel de renta si no se arbitra una política financiera que, en lugar de asegurar una elevada rentabilidad a corto plazo, posibilite la amortización a muy largo plazo y, en consecuencia, permita mantener unos niveles de alquiler accesibles. El problema, pues, no reside en la incapacidad de la demanda, sino en la inadecuada política de la oferta.
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