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Duro golpe de Scotland Yard a un importante grupo de falsificadores europeos

Juan Cruz

Un grupo de falsificadores de toda clase de joyas y documentos ha sido descubierto en Londres. La mayor parte de sus miembros han sido detenidos. Scotland Yard, que interroga a 17, cree que aún hay un gran número de falsificadores afectos a este grupo rondando por toda Europa.El principal negocio de estos falsificadores fue establecido por un hombre llamado Black Peter, que actualmente está en prisión, en Alemania. Black Peter inventó la historia de que había descubierto un infinito tesoro enterrado por los nazis en el norte de Africa. Con ese cuento consiguió dinero por la venta de cantidades ingentes de oro que no llegó jamás a sus compradores, hombres de negocios europeos.

El grupo que Scotland Yard ha empezado a desarticular tiene una especial habilidad para disfrazar de piedras preciosas joyas que son comunes.

Asimismo, El Círculo Húngaro, que es como se conoce a esta asociación en el mundo de la delincuencia, se dedica a falsificar toda clase de documentos, bancarios y personales. Con este método, han creado numerosas compañías ficticias que se han dedicado a llevar a cabo las transacciones fraudulentas de las que han sido víctimas negociantes que veían en el reguero de oro de Black Peter una fórmula magnífica para especular.

En los domicilios de los integrantes del grupo que Scotland Yard ha conseguido detener en la capital inglesa había material falsificado suficiente como para mantener durante mucho tiempo más la ficción que El Círculo Húngaro, había creado.

La principal dificultad para que la policía británica establezca con prontitud las acusaciones contra los detenidos es que casi todos los que ahora están siendo interrogados han usado a lo largo de su vida una cantidad incalculable de nombres y hasta que se descubra cuáles son los verdaderos apellidos de cada uno tendrán que pasar varios días.

El Círculo Húngaro basaba su éxito en la existencia incalculable de "joyas prohibidas" que hay en el mundo. Por ejemplo, ofrecieron a un financiero suizo joyas procedentes de robos famosos y superconocidos, lo que daba a los artículos vendidos cierto carácter de autenticidad. Ofrecían acciones secretas de un tesoro nazi que nunca ha sido descubierto. Su audacia ha sido tal que ha dado incluso tema para películas. A pesar de que ya no son tan desconocidas sus actividades. El Círculo Húngaro todavía opera en el mundo occidental y es muy posible que a esta misma hora, en cualquier capital europea, una hijuela de este grupo esté convenciendo a algún especulador para que compre cualquier tesoro espectacular.

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