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Entrevista:TEATRO

Miguel Narros prepara la "Sonata de espectros , de Strindberg

Una vieja aspiración de Miguel Narros, dirigir de nuevo a Strindherg, se cumple en esta ocasión con Sonata de espectros. Hace semanas que empezaron los ensayos. El estreno será en septiembre. La puesta a punto de la obra, los problemas de nuestro teatro y la creación de un sindicato de directores de escena ocupan hoy toda su ambición artística.

Este es un viejo proyecto que considero interesante. Strindberg es, tal vez, el autor dramático más cercano al teatro de hoy. No es demasiado conocido en nuestro país, pero Sonata de espectros -su obra más fantástica-, podría ser definitiva.-Enriqueta Carvalleira, Cristina Galbó, Eugenio Poncela, M onserrat Yulió y Emilio Redondo, entre otros, componen el cuadro escénico. Muchos actores y un ambicioso montaje que hará elevada la cifra de su financiación...

-De momento, hemos formado una cooperativa. Los actores van a financiar la obra con su propio trabajo, aunjue necesitamos de otra financiacion fuera de ella...

-¿Problemas en nuestro teatro?

-Muchos. Hace falta urgentemente que la Administración se reocupe un poco más del teatro. Seguimos encontrándonos los mismos impedimentos y nadie a quien recurrir.

-¿Y de sus posibles causas?

-Seguramente tantas como problemas. Creo que es una suma total de circunstancias la que está haciendo más daño a nuestro teatro. Una estructura que va desde la censura hasta los empresarios, pasando, naturalmente, por el condicionamiento que ejercen los intereses de los sectores más conservadores del país y la actitud crítica que la Prensa concede a unos espectáculos y a otros no.

-¿Se le concede al director en España la trascendencia artística que, en otros países?

-El director de teatro en España ha sido, hasta ahora, un mero coordinador, un intermediario entre el actor y el público. Dadas las adversas circunstancias, nunca ha habido posibilidad de un trabajo coherente, de búsqueda, de investigación, en suma, crear un movimiento, teatral claro, como el que hubo, por ejemplo, en Inglaterra.

-De hecho, el público español se dice que sigue buscando las estrellas también cuando va al teatro, olvidando un poco al director. ¿Cree que esta justificada está postura?

-Ciertamente no existen directores de teatro de los llamados divos, como pueda haber en cine. Aún no ha surgido en España la figura de esa trascendencia, con el suficiente gancho personal y que atraiga a la masa por sí mismo.

-¿Qué piensa que va buscando el público en un director de escena?

-Generalmente, el público no va buscando tanto la buena cuesta en escena como un nivel del costo de producción. Cuando el director teatral ha tenido importancia para el gran público ha sido en la medida más de productor-director.

-La elección del reparto para la obra, un registro de montajes y el derecho a la propiedad artística sobre su trabajo son, entre otras, algunas de las reivindicaciones de los directores de escena españoles. ¿Sigue en pie el proyecto de formar un sindicato?

-Así está planteado. En estos momentos de posibles cambios, no conozco bien la marcha de este proyecto. En cualquier caso, más tarde o más temprano tendremos que tener un sindicato como en cualquier país del mundo.

-Y volviendo al público, ¿cree que existen realmente los precios populares de taquilla?

-Prácticamente no existen, por mucho que se empeñen en decirlo. Tampoco hasta ahora hemos podido plantearnos el acercamiento hacia un público eminentemente popular, y en esto debemos esforzarnos, en unirnos y encontrar la fórmula en una empresa común.

Mientras tanto, Miguel Narros reanuda los ensayos...

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