Discrepancias en el Consejo de la Revolución sobre la liberación de Spínola

Una cierta confusión rodea al ex presidente portugués Antonio de Spínola, mientras se espera que, en cualquier momento, las autoridades decidan definitivamente sobre su situación. Spínola continúa detenido en la prisión de Caxias, pero ayer por la mañana, la «policía judicial militar» ya elaboró un «mandato de libertad» que al parecer no se ha cumplido por razones desconocidas.

Según ciertas fuentes, el juez de la policía militar decidió ponerle en libertad después de «oírle», en relación con el intento de golpe de Estado del 11 de marzo de 1975. Posteriormente, sin embargo, los Servicios de Información Militar decidieron continuar interrogándole «sobre las actividades del Movimiento Democrático de Liberación de Portugal, y en general, sobre sus actividades en el extranjero».El caso sigue sujeto, pues, a las autoridades militares, y especialmente a organismos dependientes del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, cuyo jefe es el general Eanes. Anoche, Eanes recibió, por separado, a un buen número de consejeros de la revolución y, aunque no ha habido comunicado oficial sobre el asunto, parece que de nuevo florecen las divergencias en el seno del Ejército portugués.

Bajo las interpretaciones jurídicas que apuntan a «la libertad condicional», la «prisión incondicional», la «libertad vigilada» y la afirmación de que «ya no pertenece al Ejército puesto que fue expulsado», existen evidentes tendencias favorables o contrarias al ex presidente de la República. El Consejo de la Revolución se ha reunido esta tarde y se espera que también discuta el asunto. El Consejo además, parece que va a tratar temas relacionados con la «detención de los terroristas de extrema derecha» y sobre todo de la implicación de determinados oficiales de la Policía de Seguridad Pública.

Por lo pronto, ayer, la Liga Comunista Internacionalista, (trotskysta), convocó una manifestación para protestar por el regreso de Spínola. La manifestación fue prohibida, pero los grupos dinamizadores de Unidad Popular han convocado otra para el viernes.

Mientras tanto, el Gobierno no oculta su contrariedad por la llegada de Spínola «en este momento». Indudablemente, Soares hubiera preferido que el ex presidente hubiese regresado después de la aprobación de su programa que finalmente se produjo hoy.

Ninguno de los partidos representados en la Asamblea de la República, presentó una moción de rechazo y el programa del Gobierno Soares pasó la barrera sin necesidad de votación. Durante los cinco días consecutivos de discusiones, algunas de cuyas sesiones se prolongaron hasta después de la medianoche, los partidos criticaron algunos puntos concretos del programa, especialmente el Partido Comunista que manifestó, en varias ocasiones,«la desconfianza de las clases trabajadoras en relación al programa.