Los muertos por Ias inundaciones en Colorado podrían ser doscientos
Las patrullas de salvamento continúan encontrando cadáveres, principalmente mujeres y niños, en los árboles y hundidos en el fango a lo largo del tramo de terreno que el sábado pasado inundó la riada del río Big Thompson, en el Estado norteamericano de Colorado.El martes se encontraron 11 cadáveres, que se suman a las 88 víctimas rescatadas hasta hoy. Sin embargo, el sheriff que dirige las operaciones de rescate es pesimista sobre el número total de muertes y da la posibilidad de que la cifra de víctimas a causa de la riada ascienda a 200.
A lo largo de 50 kilómetros, el aspecto que ofrece el Cañón de Big Thompson, conocido lugar de vacaciones es devastador: fango, automóviles destrozados, restos de casas y juguetes infantiles.
Art Fuhr, testigo presencial de la riada y que actualmente colabora con los equipos de salvamento, declaró que el espectáculo fue sobrecogedor. «Toda clase de objetos -dijo- eran arrastrados por la corriente, y algunas casas quedaron como acordeones. En algunos pobiados no se mantuvieron ni los cimientos de las casas».
Los cadáveres que se encuentran son transportados en helicópteros a depósitos provisionales para su identificación. En la operación se utilizan camiones frigoríficos para mantener el mayor tiempo posible los cuerpos hasta que terminen las operaciones.