Clausura de la VII Semana de Segovia
He oído decir que la Semana de Música de Cámara de Segovia será la última de las patrocinadas y organizadas por la Comisaría Nacional de la Música, de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural. Los rumores insisten: Jornadas, Semanas, Decenas y Festivales organizados por la Comisaría desaparecen.Quizá, entre los nuevos planes del Ministerio de Educación y Ciencia, se halle alguno donde la asignación presupuestaria para favorecer al arte musical en nuestro país, vaya a ser canalizada más razonable y eficazmente. ¿Conoceremos ese plan general para la música española? ¿Se hará público por algún conducto?
No creo que la alarma de los empresarios y la alegría de muchos músicos españoles sea fundada. Las Jornadas, Semanas, Decenas y Festivales seguirán.
La English Chamber Orchestra ha clausurado brillantemente en el patio de armas del viejo Alcázar segoviano la última (por ahora) Semana de Música de Cámara.
Enrique García Asensio dirigió el programa a los músicos ingleses, a los que él conoce bien. En primer lugar una obertura de corte haendeliano titulada The Power of Music, del compositor británico John Sianley (1713-1786), aunque el programa de mano indicara ser su autor William Boyce. En el programa general que confecciona la Comisaría General de la Música (y vende al módico precio de 25 pesetas), no se da ningún dato de esta obra, pese a ser primera audición en España con toda probabilidad. Pues bien, El poder de la Música, editada por Constant Lambert como creación de Boyce, procede, al igual que la obertura de Pan y Syrinx (también atribuida a Boyce), del compositor John Stanley, músico ciego que alcanzó justa fama en su tiempo, como lo prueba el haber sido retratado nada menos que por Gainsbourgh. Así lo de muestra Gerald Finzi en su trabajo sobre Stanley.
Siguió el Concierto n.º 5 para violín y orquesta de Mozart, magníficamente interpretado por el concertino de la English Chamber José Luis García Asensio, que si arrancó nervioso en el allegro inicial, fue imponiendo su buena técnica y belleza de sonido, para terminar levantando el aplauso fervoroso y merecido del público. A ello contribuyó el acompañamiento preciso, ceñido, de su hermano Enrique, el cual demostró, una vez más, la buena fama que tiene en este difícil campo.
En la segunda parte figuraba, en primer lugar, otro estreno, en este caso del compositor brasileño He¡tor Villa-Lobos, (1881-1959). El título estaba mal escrito y el autor también.
La pieza se titula Ciranda das sete notas y es un arreglo del propio autor para fagot y orquesta de cuerdas, de la ciranda (danza popular brasileña) de su ballet infantil As sete notas, escrito en 1933 para fagot y cuarteto de cuerda.
Gustó mucho esta melancólica ciranda (Villa-Lobos escribió otras para piano) que tuvo un buen ejecutante en el solista de fagot lan Cuthill.
Muy bien toda la orquesta y su director, Enrique García Asensio, en la Quinta Sinfonía de Schubert que cerró el programa. La formación y el estilo de la Englis Chamber son ideales para darnos un auténtico Schubert joven.
Las ovaciones obligaron a bisar el minueto de la sinfonía schubertiana, redoblándose el entusiasmo del auditorio.
Babelia
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