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Evacuados de Beirut los ciudadanos norteamericanos

Siria y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) llegaron a un acuerdo para resolver sus mutuas divergencias, según informó ayer el diario oficial del Partido Baas, en el poder, en Damasco, Al Baas.Dos puntos importantes, al parecer concesiones que se hacen recíprocamente, figuran como base para el futuro entendimiento: el reconocimiento por parte de ambos de la unidad y soberanía del Líbano, y la necesidad de que los palestinos adecúen su actuación a los acuerdos de El Cairo de 1969.

La primera condición responde, en parte, a temores y suspicacias manifiestas de la izquierda libanesa y los palestinos, que atribulan a Siria la intención de fatilitar la división del Líbano en dos Estados, uno cristiano y otro musulmán, con amplias zonas del territorio libanés anexionadas por Damasco.

La segunda, el respeto por los palestinos de los acuerdos de El Cairo, firmados en 1969 a raíz de enfrentamientos líbano-palestinos bajo la égida de Gamal Abdel Nasser, es la que más polémicas ha suscitado precisamente por la imprecisión de sus estipulaciones. En Siria, y en Egipto primero, los acuerdos de convivencia con los palestinos se tradujeron en el control férreo de éstos por los ejércitos nacionales.

Estas conversaciones han sido seguidas muy de cerca por los derechistas cristianos, que temen un nuevo vuelco de alianzas desfavorable a ellos. Karim Pakraduni, miembro del buró político del Partido Falange, ha hecho varias veces el trayecto Junie, en el sector cristiano, Damasco, estos últimos días, para mantenerse al tanto de la evolución de las conversaciones.

Una modificación de las alianzas no parece, sin embargo, posible. Damasco trata en las últimas semanas de ganarse a personalidades relevantes del sector musulmán. Dentro de un mes expira el mandato del presidente Suleirrian Franjieh y, lógicamente, Damasco quisiera que su candidato a la presidencia, ya elegido por el Parlamento pero rechazado por la izquierda, Elias Sarkis, sea también respaldado por la burguesía musulmana.

Ayer, una barcaza de la Sexta Flota norteamericana evacuó a unos 300 ciudadanos fforteamericanos. La mayoría de los extranjeros que se habían apuntado inicialmente para la evacuación, no comparecieron. A pesar de todo, quedan aún en el Líbano unos 1.300 ciudadanos norteamericanos que han preferido permanecer en el país.

En lo que a la confrontación propiamente dicha se refiere, siguen en intensidad los combates en torno al campo palestino de Tal al Zaaltar, sin que se sepa exactamente la suerte corrida por las 500 personas que quedaron atrapadas en un refugio del recinto palestino. Se sabe que un centenar de mujeres y niños pudieron ser liberados ya mediante un túnel excavado con urgencia.

El presidente, Suleiman Franjieh, y el ministro del Interior, Camille Chamun, ambos cristianos y jefes de dos importantes milicias cristianas, aceptaron ayer una nueva tregua de veinticuatro horas, a petición del delegado de la Cruz Roja, para evacuar a los heridos graves de Tal al Zaatar. La Cruz Roja estima, sin embargo, que serán necesarios por lo menos tres días de tregua para poder sacarlos a todos.

En Moscú, el órgano del Partido Comunista Soviético, Pravda, señaló la necesidad de «llegar a un arreglo del peligroso conflicto del Oriente Medio» e hizo recaer toda la responsabilidad de la situación actual sobre Israel.

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