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Ciencia

El brazo mecánico del "Viking-1", liberado de las rocas que le atrapaban

Los fallos del Viking-1 se van solventando. Los científicos de la NASA que atienden la experiencia lograron liberar el brazo mecánico que tomará muestras de tierra marciana para analizarla. El brazo había quedado atascado pero las señales transmitidas desde la Tierra han logrado hacer saltar la pinza que imposibilitaba el despliegue.

Dos fotografías enviadas a nuestro planeta muestran el brazo desplegado, una de ellas, y la pinza desprendida en el suelo, la otra. La importante pieza puesta en uso permitirá comenzar las experiencias de análisis del suelo marciano mañana miércoles tal como estaba previsto.También se han resuelto los problemas de radiación, habiéndose logrado que el Viking-1 envíe las señales de un modo completamente normal. Lo que no se ha logrado arreglar ni parece previsible que lo pueda ser ya es el sismógrafo, aparato destinado a medir los movimientos sísmicos.

El sismógrafo ha quedado encerrado en una cámara de protección en la que iba situado, pero no se ha abierto como estaba previsto. Al parecer, esto ha sido debido a un fallo en los circuitos electrónicos. Con las mediciones de los movimientos sísmicos que el sismógrafo aumentaría hasta hacerlas perceptibles en los aparatos de la Tierra, los científicos esperaban avanzar en el conocimiento de la composición interna del planeta Marte ya que la velocidad y forma de propagación de los movimientos sísmicos refleja el tipo de mineral por el que atraviesan.

El Viking-1 inició su jornada de ayer con la orden de obtener una fotografía en color de la bandera norteamericana. Ante las críticas de algunos de los técnicos que consideraban que se debía emplear el tiempo en cosas más útiles, James Martin, director del proyecto, dijo que aunque ya había fotos de la bandera en blanco y negro, «en color era distinto».

Mañana empezarán los experimentos biológicos, parte esencial de la experiencia. El brazo mecánico que ha sido arreglado tornará el material marciano y lo distribuirá en tres pequeños compartimentos o recipientes. En cada uno de ellos tendrá lugar un experimento diferente.

Las muestras tomadas de diversos sitios entre los 12,70 centímetros y los 2,20 metros del Viking, van a ser mezcladas en uno de los recipientes con dióxido de carbono y monóxido de carbono, siendo sometido a unas radiaciones luminosas similares a la luz solar. Se irá analizando lo que le sucede a esa materia ya que si existiesen microorganismos, el anhídrido carbónico sería respirado cambiando al cabo de horas o días la proporción del mismo que quedase en el recipiente. Mediante esas variaciones se podría averiguar si la materia marciana es una materia viva que asimila o no.

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