Egipto y Sudán inician una campaña informativa y diplomática contra Libia

Las acusaciones formuladas ayer por el presidente egipcio Anuar el Sadat contra el jefe del Estado libio Maamar el Gadafí, de quien el mandatario egipcio dijo que «moviliza a su pueblo para destruir a la nación árabe desde dentro», marca un nuevo episodio en la tensión entre estos dos países.

Durante un discurso de dos horas, pronunciado ayer, el jefe del Estado egipcio Anuar el Sadat dijo que su país, Sudán y Arabia Saudita firmaron un acuerdo para reforzar sus respectivas capacidades defensivas. El acuerdo fue tomado, añadió, en las conversaciones de la semana pasada celebradas en Yedda entre los jefes de Estado de Sudán y Egipto, y el rey Jaled de Arabia Saudita.El nuevo embajador de Libia en El Cairo, que sustituye al expulsado el mes pasado por distribuir propaganda contra el Gobierno de Anuar el Sadat, aún no ha podido hacerse cargo de sus funciones porque las autoridades egipcias exigen que presente unas cartas credenciales en debida forma.

De acuerdo con la Constitución de la Federación sirio-egipcia-libia decidida hace ya cinco años y teóricamente aún en vigor, los países que la integran no tendrían embajadores en las capitales de los otros, sino representantes, y en ese caso las cartas de acreditación eran superfluas.

El Ministerio sudanés de Asuntos Exteriores lleva a cabo actualmente por su parte una intensa campaña internacional sobre la implicación de Libia en el frustrado golpe del 2 de julio fundamentalmente con Túnez, Argelia y Chad. Un grupo de ciudadanos de este último país figuraron entre los mercenarios detenidos a raíz del intento golpista contra Sudán.